La cantante Taylor Swift le ha abierto su corazón a sus fans. “Este año, como regalo de Navidad, le pedí a mi madre que fuera al médico a someterse a un chequeo, sólo para que yo me pudiera quitar preocupaciones de encima. (…) Los resultados salieron y me llena de tristeza deciros que le han diagnosticado cáncer a mi madre. A mí me hubiera gustado mantener los detalles de su estado de salud y el tratamiento en privado, pero ha sido ella la que me ha pedido que lo compartiera con vosotros”. Una nota escrita por la propia Taylor en su página de Tumblr sacudía a todos.

 

La estadounidense, que en un principio pensó que era mejor tratar este tema tan sólo en privado, se ha visto en la obligación de contárselo a sus seguidores. La decisión la tomó su madre, Andrea, para que su caso sirviera de ejemplo para todos. Si no hubiera sido por sus hijos, ella, que se sentía perfectamente, jamás habría acudido a una revisión médica. Precisamente, y gracias a la prevención que mostraron sus dos retoños, ella todavía seguiría inconsciente respecto a su estado de salud. En enfermedades como el cáncer, la rápida diagnosis es vital para poder ganar la batalla, por eso, toda la familia está feliz de haber empezado cuanto antes con el tratamiento.

 

Taylor Swift conoce que sus fans tienen una importancia vital en su éxito, por eso suele compartir con ellos detallitos de su vida privada, que consiguen acercarla más a ellos, pero la enfermedad de su madre le parecía algo demasiado íntimo como para dar explicaciones. Pero ella, haciéndole caso a lo que su madre le había pedido, como la hija obediente que es, se decidió a abrir esa puerta a su vida privada.

 

El cáncer de su madre coge a Taylor en un momento en el que debería estar disfrutando al máximo de su recién estrenada relación con Calvin Harris, el DJ con el que ha estado saliendo estas últimas semanas. Pero puede que, al tener una nueva persona especial a su lado, esto le ayude a sentirse más fuerte y a mirar con actitud positiva el futuro de una de las personas más importantes de su vida, su madre.

 

Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS