Sandra Barneda, que está convaleciente tras haber sufrido una operación de menisco la pasada semana, ha vivido un encontronazo muy desagradable con uno de sus seguidores. Bueno, un troll más bien, pues esos ataques no pueden ser obra de alguien que siga porque admira lo que hace. La presentadora ha dado un manotazo en la mesa y ha frenado en seco los descalificativos, llamando la atención al usuario de redes.
La catalana compartía en Instagram una foto suya, sin maquillaje, bellísima y muy natural, con una gran carcajada dibujada en el rostro. “’Camina como si estuvieras besando la tierra con tus pies’. Poco a poco volviendo a tope. Recuperándome”, contaba. En esa imagen tan cargada de positividad, alguien prefería ver algo malo. Herir por herir. Hacer daño porque sí, porque pensó que podía, amparándose en el manidísimo ‘es un personaje público, se expone a ello’. Nadie se expone a ser insultado, cuidado. “Lo que hace el maquillaje. Qué fea sales en esta foto. Pareces más vieja”. No esperaba el troll, oculto tras un nick y una foto en la que no mostraba su rostro, que la persona a quien atacó le contestara.
“¡Deja de enseñar un perro y pon tu cara para que la juzguemos todos!”. La dejó achantada. No supo cómo rebatirla. No tenía excusa. Además, los auténticos seguidores de la presentadora reprendieron la acción de la usuaria, animándola a que dejara de fijarse solo en lo superficial y preocuparse por su vida en lugar de andar atacando en redes.
Otros aplaudieron el ‘zasca’ de Barneda, que no suele ser dada a contestar a las críticas pero ayer sí lo hizo. Quién sabe, puede que el troll haya aprendido la lección y la próxima vez que vaya a esparcir su veneno en redes quizás dedique ese tiempo a hacer algo más productivo con su vida.