"Maravillosa, inteligente, trabajadora y buena persona”, así la define Lourdes, su famosa hermana. Todo dulzura y simpatía, añadiríamos nosotros. Es Sibi Montes, modelo, estudiante de Psicología, diseñadora y orgullosa cuñada de Fran Rivera.

Tiene 21 años y unos espectaculares ojos verdes que brillan cuando una cámara los enfoca. Huérfana de padre desde niña, su hermana y su madre lo son todo para ella. “Somos una piña”. Soltera pero abierta siempre al amor, hoy todo su tiempo es para la nueva aventura que ha puesto en marcha con su hermana, la firma de vestidos de novia Anali Len (‘suerte’ en el idioma élfico de ‘El señor de los anillos’). La moda ha sido desde niña su pasión, pero por encima de todo, Sibi –su nombre es Isabel pero así la llaman todos– pone siempre a la familia, a la que recientemente se ha añadido Fran Rivera.

¿Qué tal Fran como cuñado?
Me llevo fenomenal con él. Creo que la mayoría de la gente tiene una imagen equivocada. Es una persona totalmente normal. Fran se hace querer, es cariñoso, generoso, bromista.
¿Te sorprendiste cuando tu hermana os dijo que salía con Fran Rivera?
Al principio te choca, pero pronto se fue normalizando. Yo no lo conocía pero nuestras familias tenían muchos amigos en común, mi madre conocía a sus padres. Así que no nos ha venido tan de nuevo.
¿Y cómo se lleva eso de pasar del anonimato a ser centro de todas las miradas?
Por supuesto, fue un cambio, no estábamos acostumbradas. Mi hermana lo ha vivido más que yo. Al principio le costaba pero lo ha sabido llevar bien. y Fran la ha ayudado mucho.
Y eso de ser ‘la cuñada de...’, ¿te molesta?
Que te encasillen como la ‘hermana de’ o la ‘cuñada de’ cuando te quieres dedicar a algo no es lo que más te gusta. Pero son mi cuñado y mi hermana y no se puede renegar de una cosa de la que te sientes tan orgullosa.
¿De quién fue la idea de diseñar juntas trajes de novia?
De Lourdes. Siempre ha tenido en casa recortes de trajes de novia y ha diseñado bocetos. Cuando acabó la carrera de Derecho y empezó a trabajar en el despacho se dio cuenta de que no estaba del todo contenta. Tuvo la oportunidad de intentarlo, me lo propuso y acepté. Nos apuntamos a la escuela de diseño y estamos aprendiendo una barbaridad.
Vuestra abuela tenía un taller de trajes de flamenca, ¿lleváis eso del coser en la sangre?
No sé qué decirte. Mi madre, nada de nada, vamos, que no sabe ni coser un botón. Pero mi abuela y dos tías mías tenían un taller y también hacían trajes de novia. Lourdes y yo de niñas pasábamos muchas horas allí para estar con nuestra abuela. Hemos aprendido mucho de ella.
Y ahora sois vosotras las que enhebráis la aguja.
Hemos empezado con fuerza y tenemos un equipo fantástico de costureras y patronistas. Hemos diseñado varios vestidos y pronto abriremos el taller al público para que se vea lo que hacemos. Lourdes y yo nos vamos ilusionando cada día más, ella me ilusiona a mí y yo a ella.
Formáis un buen tándem.
Nos llevamos fantásticamente y eso también lo hace todo más fácil. Siempre estamos juntas.
¿Os parecéis?
No, somos distintas. Nos llevamos nueve años y Lourdes para mí ha sido siempre un poco madre. Con el tiempo hemos acabado siendo amigas. Además somos una familia muy unida, mi hermana, mi madre, yo. Todo mujeres. Somos como una piña. Todas somos muy diferentes pero tenemos muchas cosas en común.
Y en el vestir ¿coincidís?
No, en lo del vestir Lourdes y yo no tenemos nada que ver. Yo soy más joven, ella va un poco más clásica, más sencilla.
¿Os intercambiáis ropa?
Siempre. Yo le robo más a ella que ella a mí. Menos los zapatos. Ella tiene un número menos y aunque me empeño en ponérmelos, no hay manera. Ahora, desde que ya no está en casa, es más difícil, pero como siempre estoy rondando por ahí cerca, voy cogiendo.
Lourdes de niña se diseñó el vestido de novia. ¿Tienes tú ya el tuyo preparado?
No, para nada, ni lo tengo ni tengo idea de cómo será. No tengo planes de boda. Tenía pareja, pero ahora ya no. Tengo solo 21 años.
¿Cómo será el hombre que te lleve al altar?
Tiene que ser alguien que se compenetre con mi manera de ser y que sea de esas personas que puedes llevar a todas partes, porque es fácil. Que sea divertido, cariñoso con la gente.
¿Te ves en el papel de madre?
Sí, me veo con niños. Queda lejos, pero sí.
Quizás tienes más cerca lo de ser tía, ¿te apetece?
Me encantaría, estoy deseando ser tía.
Igual os sale torero.
No sé. El toro está muy presente en mi familia, mi primo está empezando de novillero,  pero a mi sobrino no me lo veo toreando. Y eso que a mí me encanta. Pero vaya, ¿que sea mi sobrino torero? No sé.