La salud le ha dado un pequeño sustillo a Sergio Ramos. El futbolista tuvo volverse de Italia antes de tiempo, donde se encontraba concentrado con el resto de selección de fútbol, por unas molestias en las lumbares. El andaluz no podía dar lo mejor de sí mismo, así que se convino que, para que no se machacara más la espalda, regresara a casa y se sometiera a un chequeo que revisara que todo estaba correcto.
Pese a la decepción de no poder jugar, Sergio se vino arriba pronto al volver al lado de su chica y de sus hijos. Así pudo pasar el domingo con Pilar y pegarse una pequeña escapada a la Cueva del Lobo, en el Molar. Un lugar que recomendaban a los madrileños para conocer un poco más en profundidad su tierra.
“Importante son los momentos y las personas. ¡Gracias, cariño!”, escribía Ramos al compartir la misma foto, que su pareja, en la que se los ve disfrutando de un buen almuerzo, con una iluminación de velas. ¿Les acompañarían los niños? Imaginamos que sí, puesto que Rubio aseguró que estaban pasando “un domingo en familia”, así que, creemos que Marco y Sergio Jr. también disfrutaron de esta aventura.
Y por los problemas de salud, Sergio parece convencido de que para el próximo fin de semana estará en perfecto estado, y podrá, una vez más, disputar ‘el clásico’ en el Camp Nou. Así que ahora tocará seguir las indicaciones del fisioterapeuta, repetir los ejercicios que le han mandado y reservar energías para darlo todo en el partido contra el Barcelona. ¡Y que gane el mejor!