El amor es ciego, pero salir con una estrella es para meditarlo con calma. Si además la 'celebrity' es famosa a escala planetaria, como Cristiano Ronaldo, el vértigo debe ser indescriptible. Pero Georgina Rodríguez ha caído rendida ante los encantos de CR7 y él de ella. Ambos eran descubiertos hace unos días pasando unos románticos y divertidos días en Disneyland París y se destapaba su romance. Besos, abrazos y miradas cargadas de amor... Ronaldo y Georgina están en plena efervescencia y, aunque no acaba de ir bien todo a su alrededor, y a pesar de la presión mediática, continúan adelante con su amor.

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Un pivonazo

A la joven modelo y vendedora de ropa de gama alta la vida le ha cambiado radicalmente. Tiene una belleza que no pasa desapercibida pero, de que la aborden para pedirle el teléfono, a que los paparazzis la esperen a la salida del trabajo y sigan cada uno de sus pasos, hay una diferencia importante. Georgina, que para eso tiene un novio famoso e influyente con un montón de contactos, debe haberle comentado los problemas que le está acarreando toda la atención mediática que está levantando. Al parecer, la repentina fama de la joven pasaba ya a ser incómoda no solo para ella, sino para los clientes de la tienda Gucci de la 'milla de oro' de Madrid en la que ha estado trabajando hasta ahora. Según informa El Español, el establecimiento decidía no renovarle el contrato a Georgina, pero CR7 ha acudido al rescate y le ha encontrado solución al problema de su chica en menos de lo que canta un gallo.

El crack madridista ha tirado de agenda de contactos y desde hace unos días Georgina ya ocupa un puesto de vendedora en un 'corner' de Prada en un El Corte Inglés de Madrid.

Ojalá fueran todos los problemas de tan fácil solución como éste, debe pensar Cristiano. Justo en las horas previas al derbi de este sábado entre el FC Barcelona y el Real Madrid, se han publicado unas preocupantes informaciones en las que se señala al jugador como responsable de un delito de evasión de impuestos a través de empresas opacas en las Islas Vírgenes Británicas con cuentas de Suiza. Todo un entramado en el que estaría también involucrado otros jugadores de fútbol y el manager de CR7, Jorge Mendes. Y para más inri, los madridistas empataron contra su eterno rival. ¿Sería por eso el rictus serio con el que aparece el galáctico en la foto tomada en el vestuario y compartida por su compañero Sergio Ramos?