Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Con la cita de san Francisco de Asís, “benditas imperfecciones”, la presentadora y pareja de Iker Casillas, Sara Carbonero, comenzaba uno de sus posts más celebrados. La de Deportes Telecinco quería solidarizarse con su compañera de medio, Tania Llasera, quien ha visto estos días cómo se convertía en noticia por el simple hecho de haber dejado de fumar. ¿Por lo bien que lo estaba haciendo? No, más bien por haber cogido unos kilitos, que dada la reacción de muchos, parece ser algo gravísimo…

 

Insultos, críticas… de todo se ha podido leer estos días dirigidos al nuevo cuerpo de Tania, quien acudió a la Mercedes Benz Fashion Week para apoyar a sus amigos diseñadores y acabó eclipsando la colección por el simple hecho de haber engordado. Vivir para ver. De repente lo noticioso no era que la rubia de ‘La Voz’ hubiera abandonado una adicción que la acompañaba desde hacía 20 años, sino que mostraba un cuerpo con más curvas. Sara, como buena compañera, rompió una lanza a favor de Llasera y se atrevió a mostrar desde su tribuna personal, su blog, sus “imperfecciones”, una cicatriz en el brazo izquierdo y una mancha más clara a la altura del bíceps; cosas que la hacen única y especial, diferente a todas y de las que ella para nada reniega.

 

Sara Carbonero también tenía unas palabras para la periodista Carme Chaparro, quien hace unos días contó el encontronazo que tuvo con un diseñador al querer lucir uno de sus vestidos y este no dejarle que se lo probara alegando que el modelo no era para su cuerpo. Y estamos hablando de una mujer con la talla 36, ¿quién se lo podría poner entonces, solamente las de la talla 32? ¿la Barbie?. A la periodista deportiva, como a todos, le pareció que esta salida de tono podría haber hecho mucho daño a Chaparro si fuera una jovencita quien está formando su carácter y su amor propio, pero no lo hizo y sólo sirvió para que esta denunciara bien fuerte el poco tacto que tienen muchos y muchas a la hora de decir según qué cosas.

 

Carbonero, con sus cicatrices, aboga por lo que nos hace verdaderamente únicos, y sirve de ejemplo para que todas las mujeres aprendamos a querernos tal y como somos, especiales e imperfectas.