Unos de los secretos más personales y que raras veces compartimos con los demás tiene que ver con nuestros complejos, quizás por miedo a que el resto vea en nosotros aquello que todavía no ha descubierto. O quizás porque resulta tan íntimo que nos provoca una vergüenza terrible. Sara Carbonero se ha armando de valor y ha contado a los lectores de su blog aquellos detalles de su físico que, cuando era más joven, hacían que se sintiera mal con ella misma de una manera totalmente injusta y cruel.

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“Mi madre siempre me recuerda que se ha pasado la mitad de mi vida preocupada porque cuando yo era una niña no conseguía que engordara ni un gramo”, recuerda. “Con 15 años seguía comprándome ropa en la sección de niños. No lo cuento con orgullo, por aquella época, siendo ya adolescente, me acomplejaba no tener apenas curvas y ser un fideo, pero terminé aceptando que mi constitución y mi genética eran así y que estar sana era lo más importante”.

Según la periodista, con el paso de los años ha notado cómo cambiaba su metabolismo, haciéndose más lento. “Cuando estás cerca de los treinta, al menos en mi caso, no se puede seguir tirando de genética así que decidí volver a entrenar”.

Carbonero ha contado en su último post cómo descubrió el yoga, una disciplina que no solo ha cambiado su físico, sino también cómo se siente. Su energía ha cambiado de manera radical desde que practica yoga kundalini, pues le ayuda a relajar la mente y a sentir que tiene un tiempo en el que solo existe ella y las preocupaciones diarias son puestas en paréntesis hasta que terminan los ejercicios.

La fundadora de ‘Slow Love’ no es la única famosa que ha sufrido en su adolescencia complejo por su delgadez, Natalia Ferviú recibía burlas de sus compañeros y Leonardo DiCaprio también era tachado de ‘espagueti’ en el recreo. Ahora, todos los que se burlaron de ellos observan cómo han triunfado los que un día fueron sus víctimas de acoso escolar.