Por Mariángel Alcázar
La familia real británica amplia su nómina con una niña, como toda Inglaterra esperaba. Una explosión de júbilo ha recorrido el país cuando al mediodía el palacio de Kensington ha anunciado, a través de su cuenta de twitter, que la duquesa de Cambridge había dado a luz una niña que ha nacido a las 8.34 hora local, dos horas mas tarde de su ingreso en el hospital Sant Mary de Londres, con un peso de 3,713 kilos. El nuevo bebe real, cuarto en la línea se sucesión al trono, se ha convertido en la mejor campaña de promoción de la corona de Inglaterra y consolida la posición de los duques de Cambridge como futuros reyes. Tanto la madre como la niña se encuentran en buen estado de salud, segun la información facilitada por el equipo medico dirigido por el doctor Guy Thorpe-Baeeston, con la ayuda de Alan Farthing, ginecólogo de la reina Isabel. A falta de saber, el nombre elegido, los ingleses se dividen entre los que optan por Diana, el homenaje a la abuela de la niña, trágicamente desaparecida el 31 de agosto de 1997, a los 36 años, y los que prefieren Alice o Charlotte para no marcar a la pequeña con un nombre tan significativo y evitar, de ese modo, las futuras comparaciones.
Tranquila, como corresponde a su imagen, Kate Middleton ha pasado las últimas semanas de su embarazo haciendo una vida normal. Dejó las tareas oficiales hace un mes, pero ha seguido con su rutina de futura mama, se la vio la semana pasada haciendo compras en Zara Home y el pasado miércoles, día en el que se cumplía su cuarto aniversario de boda, Kate, junto a su marido, el principe Guillermo y el pequeño George, estuvieron en el palacio de Buckingham, donde el 29 de junio de 2011, se asomaron por primera al balcón principal como marido y mujer, tras su romántica boda en la catedral de Westminister. Aunque todos esperaban que el nuevo bebe ya hubiera nacido ese día, ya que la duquesa había señalado que esperaba su segundo parto para la última de abril, la realidad es que la niña ha esperado hasta el 2 de mayo.
Tras su boda con Guillermo, en Inglaterra se desató la 'katemania' que no ha dejado de sumar puntos en los últimos cuatro años y que con el nacimiento del nuevo bebe alcanza sus máximas cotas. Kate Middleton, la chica de una familia enriquecida con la venta online de objetos para fiestas, no pertenecía ni a la realeza, ni a la alta aristocracia británica, como Lady Di, pero probablemente era la pieza que faltaba a la monarquia británica, muy popular en su país pero siempre un pelín rancia. Catalina, además, de aportar, dos bebés a la Corona, ha devuelto la tranquilidad y la serenidad. Ni un escándalo, ni una mala cara, la joven, que cumplió 33 años el pasado 9 de enero, llegó a la familia hace casi diez años como novia se Guillermo, el hijo mayor de Diana, a quien conoció en la universidad de Sant Andrews en Edimburgo, a donde, según las malas lenguas, la envió su madre, Carole, con el objetivo de que hiciera relaciones con alta sociedad. Y, vaya que si lo hizo: conoció al príncipe Guillermo, cinco meses menor que ella (nació el 21 de junio de 1982) y empezó una relación sentimental con el que, salvo una pequeña ruptura cuando Guillermo cumplía el servicio militar, siguió adelante hasta su boda. Desde entonces su popularidad ha ido en aumento y, mucho mas, desde el nacimiento del pequeño George, quien ahora tendrá que compartir protagonismo con su hermana, unos niños que, sin duda, se ganaran los corazones se medio mundo.