Esta gira literaria era muy importante para Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler. Suponía su primera visita de trabajo a Latinoamérica como pareja oficial, él presentando nueva novela, Cinco Esquinas, y ella como estrella consorte. Cuando todas las miradas parecían que se iban a dirigir al autor por su nuevo trabajo, la que ha acaparado más titulares y los flashes de los fotógrafos ha sido ella, la Preysler.
No podíamos esperar menos de la apodada ‘reina de corazones’. Cuando la cámara la divisa, esta ejerce un poder magnetismo brutal sobre su persona. Siendo el cámara incapaz de sacar en plano cualquier otra cosa. Capacidad de eclipsar, que también lo podíamos llamar. Pero esta curiosa fascinación no ha venido rodeada de buenas palabras hacia ella. Medios argentinos, peruanos o de Venezuela han lanzado algunos dardos envenenados para los que Isabel seguro conoce el antídoto. No obstante, no son pocos años los que lleva aguantando esta serie de ataques.
Han estudiado al dedillo su comportamiento, sus silencios, su educada sonrisa, sus maneras… y, por supuesto, también han prestado mucha atención a su vestuario, ese que la ha hecho ser una de las mujeres más elegantes de España, pero que allí no engancha de la misma manera. Solo hay que leer a la periodista argentina Dora Bercher, en el Clarín, quien opina que es toda una valiente cuando se atreve a lucir vestidos sin mangas a su edad. “Los brazos al descubierto, pasados los 50, cuando se supone que los tres músculos que habitan el tríceps votan a favor de la gravedad, se considera solo para valientes”. Os lo avisamos, con lupa observan cada proceder de la filipina. Y, además, creen que todo lo que le pasa a su pareja es consecuencia directa de andar enamorado de la madre de Enrique Iglesias. Dejan en el aire si la pérdida de peso de Mario es porque este se está sometiendo al mismo estricto plan de comidas de ella, del que apuntan que “no toma por cena nada más que un vaso de agua caliente antes de irse a dormir”. Vamos, que están haciendo el un ‘very best of’ de Isabel con todas las leyendas escritas sobre su persona.
Pero, sin duda, si hay un calificativo que resulta hiriente, pasado y machista, ese es el que profiere César Hildebrandt, también periodista argentino, que no dudó en tachar de ‘reclutamaridos célebres’ a la creadora de My Cream. Además, apostilla que ella “no tiene ningún brillo intelectual, ni cultura cautivadora”.
Nosotros solo podemos tirar de refranero para frenar estos ataques que, en nuestra humilde opinión, pueden resultar excesivos. “Algo tendrá el agua cuando la bendicen”. Pues eso.
![Reclutamaridos y otras ‘lindezas’ que la prensa latina dedica a Isabel Preysler](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 630 419"%3E%3C/svg%3E)