Si nos fiamos del dicho ‘cada uno cuenta la feria según le va en ella’, Gil Silgado ha contado uno de sus encontronazos judiciales con María Jesús Ruiz, muy a su manera y omitiendo algunas partes que convienen ser tenidas en cuenta.

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De la seriedad de María Jesús Ruiz al buen humor de Gil Silgado en su encuentro en el Juzgado

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A la entrada de su juicio por presuntos malos tratos, al que María Jesús acudía en calidad de testigo tras retirar la denuncia que le interpuso en 2016, José María, con un marcado buen humor, aseguraba estar muy feliz pues había recibido una estupenda noticia por parte del juzgado: “Me acaban de llamar de Andújar y me ha dicho que me dan la custodia de mi hija”, y encomiaba a los reporteros allí presentes a que le contaran las novedades a Ruiz, cuando esta saliera de testificar en el juicio.

Pues bien, Gil Silgado no decía ninguna mentira, pero conviene matizar; igual que hacen aquellos que se someten al polígrafo. Al polémico José María se le ha concedido la custodia de la menor, pero solo mientras María Jesús esté en el concurso. Es decir, se trata de una custodia temporal.

El deseo de la progenitora era que, mientras estuviera en Honduras, fuera su madre quien se encargara de cuidar a su hija, y Silgado se limitaría al régimen de visitas pactado con el juez. Desde el primer momento no se cumplió y, cuando el empresario debió haber devuelto a la niña con su abuela, no lo hizo, lo que llevó a esta a ponerle una denuncia por secuestro de menores. Ahora el juez da la razón a José María y podrá quedarse con la pequeña, siempre y cuando su madre continúe en ‘Supervivientes’.

Una verdad a medias que, para el empresario, ha sido una victoria, y que sentará como un jarro de agua fría a Ruiz cuando se entere.