Bertín es nuestro héroe. Ha hecho realidad el sueño que los seguidores de Sara Carbonero e Iker Casillas llevábamos deseando desde hace infinidad de tiempo. Esta noche hemos viajado hasta Oporto con el presentador de ‘En la tuya o en la mía’, hemos jugado al mus y nos hemos metido en la cocina (y en las interioridades) de una de las parejas más de moda del panorama nacional.

El cantante tiene ese don de que, aunque les entre con su guasa características con temas un pelín incómodos, sus anfitriones se lo toman todo con deportividad. Y a deportividad no hay quién gane al guardameta. De camino a Foz, Bertín ya ha sacado a relucir la fama de tacaño de Iker (que hasta lo han confirmado los testimonios de Fernando Hierro y Alejandro Sanz). “Que me han dicho que tienes un cocodrilo en los bolsillos”, le ha soltado. Se ha resistido a confirmarlo, pero ha puesto menos oposición en afirmar que la cocina no es lo suyo y que le conocen como Juan Recojón, “porque para lo de recoger y ayudar, soy el primero”.

Ésta supone la primera entrevista del cancerbero para una televisión española desde que se trasladó a la ‘capital del Norte’ de Portugal y jugar en el equipo de la ciudad.

Pensábamos que con su marcha el verano pasado a la localidad lusa no íbamos a tener la dosis necesaria de los ‘Carbonillas’, que nos íbamos a perder cómo crece Martín, su pequeño ‘Sunshine’ de dos años, y la barriga de la periodista, ya en su sexto mes de embarazo. Y el alivio que hemos sentido, cuando ha confirmado que van a estar haciendo escapadas por España: “por Toledo, Ávila,… porque se echa de menos”. Claro que sí, Iker. Si es que no hay nada como las escapadas, para afrontar la morriña cuando se está lejos…

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Máximo protagonista de la entrevista, Iker, explica que su profesión fue presagiada por el zapatero de su madre en Bilbao. “Solo se equivocó de equipo, porque dijo el Athleti”. La luz se cuela por los grandes ventanales de la casa, de estilo moderno, diáfana , decorada con gusto en tonos neutros, en contrastes con mobiliario de tipo industrial o colonial. El exportero del Real Madrid ha repasado su carrera profesional, relajado y evocador con sus logros y con su despedida del club de sus amores, pero que le causó muchos quebraderos de cabeza en la última época. Y es que desde el “chester” blanco que preside el salón del acogedor nido que comparte con Sara, a orillas de la desembocadura del Duero, en el tranquilo barrio de Foz, todo aquello se ve muy pequeño para Iker y reconoce que “está trabajando” ya en su despedida del fútbol. Aunque, “si puedo jugar cinco años más, se agradece”, matiza.

Iker Casillas de pequeño

El ‘crooner’ de España y el hombre que, en materia de amor, puso las expectativas de media humanidad por las nubes, con el pasional beso que le plantó a su chica tras ganar el Mundial de fútbol en 2010, se han puesto a cocinar ¡unos huevos con patatas! La verdad, es que es de bajón… Y no nos extrañaría que los jueces de ‘MasterChef’, si lo han visto, no hayan pensado algo así como: tanta cocina, para un plato del nivel del ‘león come gamba’.

Iker, con cierta timidez ha contado cómo empezó su romance con la periodista, a principios de 2010. “Sara cubría la información del Madrid y de la Selección. Luego empezamos a tener relación y, al final, un día sin darte cuenta la historia de amor se ejecuta”. También ha dado detalles nuevos de cómo fue ese momento mágico que protagonizo con su chica. EL MOMENTO. EL BESO, con mayúsculas. “Nos habían atacado bastante y era el broche para poner punto y final al Campeonato. En ese momento, se escuchan unos aplausos, que son los de los actuales Reyes, que pasaban por allí y estaban muy emocionados. Fue un bonito final para todos. No se lo esperaba. Me surgió así, sin más”.

En el momento de hablar de Martín, la luz de su vida, a Iker se le dibuja una sonrisa en la cara.  “Está en plan de no parar. El otro día se pegó contra el pico de una mesa y le dieron diez puntos. Y como no soy yo aprensivo con la sangre…”. “Me llama Papá Iker”, dice mientras se le cae la baba, “cuando más interactúo con él me doy cuenta de cómo ha crecido y cómo absorbe las cosas”.

No nos ha extrañado nada en absoluto que Sara haya acudido al su rescate. ¡Y suerte de ellos! “Es la primera vez que Iker enciende la vitro”. La mujer que lo dejó todo por amor, ha hecho balance de su nueva vida en Oporto: “Es muy diferente, pero estamos muy tranquilos. El sitio, las vistas, el mar, la gente… Yo estoy muy feliz, aunque echamos de menos a nuestra gente”.

Y, antes de salir a comer con Martín, Sara ha matizado entre bromas que “con lo del beso engañó a toda España, porque luego no es tan perfecto, pero como les pasa todos. ¿Si su suegra le quiere? Le tenemos cariño. Como todos los porteros son un poco especiales, siempre digo que, como es portero, se lo perdono”. Si ya de por sí, es bella, salta a la vista que lo maravillosamente bien que le está sentando el embarazo. La pareja ha confirmado que salen de cuentas a final de mayo y que el lugar de nacimiento del bebé “va a contar mucho de las fechas y no sabemos si nos pillará aquí o en España”.

Iker y Sara nos han dado a todos una lección de pareja feliz, bien avenida y compenetrada. Y hemos podido ver un poco más de qué están hechos los sólidos cimientos de su relación. Y, sí, quizás nos den un poquito más de envidia después de esta entrevista (pero de la sana, siempre).