El cine mundial ha tirado por fin uno de sus grandes muros. Los abusos que muchísimas mujeres han tenido que soportar para poder despegar en una de las industrias más deshumanizadas del arte han sido por fin denunciados por muchas de sus víctimas, desatando un movimiento que ya es imparable.

El nombre de Harvey Weinstein pasaba bastante desapercibido fuera del mundo del cine hasta hace unos meses. Pero, dentro de él, su sola pronunciación hacía temblar al colectivo femenino del Séptimo Arte pues ahora hemos sabido que, durante años, ha vivido aterrorizado y callando las angustiosas y abusivas situaciones que el magnate provocaba.

Artículo recomendado

Expulsan a Harvey Weinstein de la Academia por abusos sexuales

Harvey Weinstein

Este mes de octubre en dos extensísimos reportajes recogidos por ‘The New York Times’ y ‘The New Yorker’ más de 80 actrices contaban sus durísimas experiencias con el productor, siendo sorprendente cómo se repetía no sólo su manera de actuar con todas ellas sino también los escenarios y encubrimientos del equipo profesional que rodeaba a Weinstein.

Artistas de primera fila como Cara Delevingne, Angelina Jolie, Rose Mc Gowan, Gwyneth Paltrow o Lupita Nyong’o han sido solo la cara más visible de una interminable lista que ha revolucionado el mundo. Aprovechando el tirón de la valentía de todas estas mujeres, otras actrices y actores se han sumado a la denuncia de abusos sexuales por parte de otros hombres a lo largo de sus vidas, profesionales o no. Así, el movimiento #metoo ha tenido una gran acogida y son incontables las mujeres que se han sumado a él denunciando situaciones en las que han sufrido abusos por parte de alguien del sexo opuesto.

Que la unión hace la fuerza es un dicho que en este caso concreto se está cumpliendo más que nunca, y que Weinstein haya sido despedido de su propia empresa es sólo uno de los triunfos de este potente movimiento.

Como protesta por todo lo vivido y los años de silencio, la nueva iniciativa tomada por una serie de actores y actrices de Hollywood es quitarle el color a la primera fiesta del cine del año. El código de vestimenta es más significativo que nunca y todos los que se sumen a la iniciativa vestirán de negro en la entrega de los Globos de Oro. Esta decisión, que podría extenderse al resto de premios de la temporada, es solo una manera de no dejar caer en el olvido esta denuncia, que ha puesto voz a un drama que llevaba años oculto bajo la alfombra.