Dicen que los bebés llegan al mundo con un pan bajo el brazo. En el caso de Amancio Álvarez Ortega, hijo de Marta Ortega –y, por tanto, nieto del fundador de Zara–, no va a ser necesario. El niño llegó al mundo en el Hospital Quirón de A Coruña el pasado martes 5 de marzo como el miembro más joven de la tercera familia más rica del mundo, con una fortuna estimada de 44.300 millones de euros, solo por detrás del empresario mexicano Carlos Slim y del inversor norteamericano Warren Buffet, según publicaron estos días la prestigiosa revista Forbes y otros medios, como el chino Hurun Report o el portal económico Bloomberg.

Marta, una madre previsora

La heredera de Zara, en previsión de posibles complicaciones, ha decidido conservar células madre del cordón umbilical por si fueran necesarias en un futuro para la salud de su hijo. La pasada semana pudimos verla en compañía de sus padres, Amancio Ortega y Flora Pérez, paseando por A Coruña y comprando, cómo no, en Zara. También estaba su marido, Sergio, así como otros familiares y una muy buena amiga de Marta que ya es mamá y que, casi con toda seguridad, habrá estado este tiempo tranquilizándola ante los lógicos miedos de madre primeriza, porque la vimos acariciar la barriga de Marta con cariño. Hoy, les hemos visto salir de la clínica con su hijo en brazos y felices.

Enorme patrimonio

Marta, que es muy amiga de Carlota Casiraghi, la hija de Carolina de Mónaco, debido a que comparten la pasión por los caballos y coinciden en muchas competiciones, es la tercera hija de Amancio Ortega, nacida del segundo matrimonio del empresario con Flora Pérez.  


Marta heredará algún día la fortuna que ha creado Amancio Ortega, con presencia en 70 países, además de un holding inmobiliario (Pontegadea) que posee diez de los más emblemáticos edificios de Madrid y Barcelona, como la Torre Picasso, o la planta baja que ocupa la tienda de la firma Apple en Barcelona, en el número 1 del Paseo de Gracia. Solo el alquiler de este local le proporciona unos ingresos anuales de 3,8 millones de euros. Y Apple ha firmado un contrato por 30 años. También es propietario de edificios en Italia, EE UU y Londres.