Piluca, la hija pequeña de José María Íñigo, era recibida en ‘Hora Punta’ con una gran emoción. Cárdenas ha sido uno de los rostros televisivos que más sintieron la muerte de este grande de la comunicación, pues, hacía escasos días, le había tenido sentado a la mesa de su programa. Le tenía un gran respeto y cariño y ayer se lo transmitió a su hija pequeña, a la que hizo una propuesta muy especial.
“Gracias a vosotros estoy transformando la tristeza en alegría”, decía Piluca, que también es periodista, nada más arrancar el espacio. Repasar los mejores momentos televisivos de su padre le ayudan a sentirle cerca y no quiere que eso cambie. Ella, que es la pequeña de cuatro hermanos, y que decepcionó a su padre cuando no se dedicó al espionaje como él hubiera querido (¡la apuntó a clases de japonés con solo 12 años!), se encargará, a partir de ahora, de seguir con el legado de su padre, al menos en ‘Hora Punta’, pues el programa le ha propuesto como sustituta natural de José María. “Pues me encantaría”, respondía ilusionada la joven, "siempre le decía: algún día te quitaré tu silla”, bromeaba. Ayer, ella se sentó en el asiento que él solía ocupar. Estaría orgulloso.
Al menos una vez por semana, el equipo contará con la presencia de esta joven profesional de la comunicación que se describe como apasionada de los viajes y de la gastronomía, algo que compartía con su padre. De hecho él, pionero en todo, le propuso arrancar una cuenta de Instagram donde subían vídeos comentando impresiones de los restaurantes que visitaban. José María supo ver el potencial en las redes sociales cuando muchos se tapaban los ojos. El auténtico influencer.