El viernes 13 de octubre en ‘Sálvame’, Jorge Javier planteaba esta pregunta a Belén Esteban “¿vas a invitar a Kiko Matamoros a tu boda?”, a lo que ella contestaba, “no, ni a él ni a Paz Padilla”. Ya estaba el lío montado. El lunes 16, con Paz como conductora del espacio y con el rostro visiblemente afectado, esta cuestión volvía a adquirir relevancia.
“A una boda hay que invitar a tu gente. A los que quieres, a ella le tengo cariño pero no la quiero”, se defendía Belén. “Yo la admiro porque ella quiere a todo el mundo”, “es mentira”, opinaba Mila Ximénez. Ya con Paz delante, la Esteban no se amedrentaba un ápice, “tampoco pasada nada. Además creo que a ti tampoco te importará no venir a mi boda, sinceramente te lo digo”; Padilla tragaba saliva y, con el rostro compungido, solo acertaba a decir: “a mí estas cosas me duelen”. Sus compañeros no podían imaginarse que la presentadora se mostrase tan afectada ante la decisión de Belén. “Llevo ocho años trabajando aquí contigo. De verdad que he procurado ganarme la amistad de todos ustedes, que no es fácil”, contestaba Paz. “He vivido situaciones con ustedes muy complicadas, pero cuando os digo que os quiero, es verdad”, decía defendiéndose de la acusación que pretendía dejar a entender que la presentadora solo ‘quería’ de boquilla. “Si te duele, lo siento, Paz. Lo que no voy a hacer es mentir. Lo que pasa que yo no tengo esa facilidad para querer, no me estoy riendo de ti”.
A continuación, la humorista se arrepintió de algunos detalles de su boda, “si me casara de nuevo no lo volvería a hacer así”, dijo. “No invité ni a mis primos, y, cada vez que lo pienso, lloro. Antonio tampoco invitó a compañeros de trabajo. Queríamos una boda pequeña en la playa”.
Paz quiso zanjar la tensión demostrando que es todo corazón, “si el día de mañana vienes a contarme que tienes un problema yo no voy a dudar en echarte un cable. Te lo juro por mi madre. Hemos tenido nuestras discusiones, pero no creo que tú tengas nada que reprocharme”. Venga, Belén ¡enróllate! ¡invita a Paz!