Nada tiene que ver la última aparición de Paula Echevarría con la que protagonizaba ahora hace un año. Mucho más relajada, la actriz volvía a hacer gala de su simpatía y desparpajo a la hora de responder a los periodistas. Ni rastro del 'en mi casa pasan cosas', ni de los nervios, ni las lágrimas furtivas. Paula ha pasado el trance y se encuentra en un momento, personal y profesional, estupendo. Eso sí, tras el año y medio de ruptura, ha tomado muy buena nota. A partir del divorcio, su actitud va a ser muy diferente...

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Paula Echevarria y Miguel Torres 10

Si algo me ha dado con la edad, es volverme más recelosa con mi vida privada”. El divorcio ha cambiado a Paula Echevarría. La actriz, antes más cercana a dejarse ver, ha decidido cambiar de torna. No piensa ocultarse, no piensa desatender a los medios, pero sí mediará muy bien sus palabras. “Lo que he vivido este año me ha dado perspectiva”, ha explicado en la última rueda de prensa con motivo de la presentación de una marca de lencería. “Me ha enseñado a ser más prudente”.

La actriz confesaba que, antes, se sentía muy tranquila y creía que podía hablar de todo como si estuviese con sus amigas. “Me he dado cuenta de que no es así. No es una cuestión de echar en cara nada. Simplemente, por cómo se han dado las cosas, empezar a guardarme cosas para mí y tener más cuidadito”. Echevarría entiende que ha hablado demasiado. Ha dado muchos detalles que, luego, le han pasado factura en su estabilidad emocional. Nada que no pueda contener a partir de ahora. De hecho, ya ha empezado a ponerlo en práctica.

'Somos todos mayorcitos'

Paula ha asegurado que su relación con David Bustamante está muy bien pero no ha entrado en más detalles. De hecho, ha esquivado como toda una profesional la pregunta sobre la camiseta que Miguel Torres le regaló a su hija. ¡Alerta roja! Eso es ya vida privada y no quiere entrar. “Lo único que me molestan son las mentiras”, ha especificado. Y cada uno que entienda lo que quiera. Tan solo ha querido explayarse en el tema de la exclusiva del cantante.

Aquí todos somos mayores y todos sabemos lo que hacemos y lo que no hacemos, en lo que nos metemos si lo hacemos y en lo que no nos metemos. Simplemente, yo no soy nadie para prohibir nada”. ¿Sobre Miguel Torres? Ni palabra. ¿Sobre el comunicado y el divorcio? Nada de nada. Paula prefiere no encender fuegos que luego le toca apagar en solitario. Por el momento, presume de felicidad, de sonreír y de vida profesional. Si es que está mejor que nunca. ¿Por qué será?