Los comienzos de Paloma en Cámbiame no han sido fáciles. Por mucho que el público empatizase rápidamente con Natalia, a la que llevaban viendo en el programa desde el principio, hay que reconocer que la nueva estilista no lo ha tenido sencillo. Así lo ha contado ella misma durante uno de los momentos más íntimos que ha vivido junto a sus compañeros. Paloma se ha abierto en canal y no ha podido contener las lágrimas...

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Paloma reaviva su enfrentamiento con Natalia Ferviú y se mete con sus fans

Natalia

La historia de Paloma la conocimos cuando arrancó su participación en Cámbiame pero, ahora, tras haber pasado por una etapa difícil, sus compañeros de programa han querido recordarla. La hoy estilista comenzó estudiando Derecho y decidió vivir el mundo de la moda cuando terminó su licenciatura. No lo tuvo fácil, como cualquiera que quiere abrirse camino. “He trabajado mucho gratis”, confesaba. “Porque la moda, a veces, no es fácil. Como todo en la vida”. Aunque pocos consiguen un golpe de suerte como el de participar en un programa diario en televisión.

El duro enfrentamiento con Natalia, que supuso el punto y final de la anterior estilista, le ha pasado factura. Tanto ha sido así que Paloma se ha emocionado en varias ocasiones. “Lo que tengo lo he conseguido sola y nunca hago daño a nadie”, afirmaba entre lágrimas. “Tengo una familia que me ha enseñado a ser educada y buena y mis compañeros lo saben”. Paloma reconocía que llevaba muy mal las críticas. “No las físicas. Me dolió lo que tenía que ver con cosas de ética y moral”.

Sentí que podían creer a Natalia y que me podían creer a mí”, le contaba a Carlota Corredera. “No había que elegir”. Pero no fue así. La mayor parte del público tomó partido por Ferviú. “La primera semana lloré, pero ahora Cámbiame es una familia. Me siento muy arropada por todos. Todos me tratan increíblemente”. La estilista se siente muy agradecida a sus compañeros y al equipo pero sabe que, fuera, no todo el mundo la ve de la misma forma.

He pensado en abandonar el programa”, confesaba muy sincera. “El día del enfrentamiento con Natalia, instagram era... Yo no lo había leído y vi que toda la gente que me quiere me estaba escribiendo. Tenía como 60 llamadas”. La estilista no supo gestionar la repercusión de sus palabras en televisión. “Tengo que reconocer que no lo encajé para nada. Pasaron los días y se me hacía bola. Pensaba que iba a pasar”.

No fue así. De repente, vio como se había convertido en 'la mala' del programa y no le gustó. “Iba por la calle pensando que me iban a insultar”. De nuevo, las lágrimas hacían acto de presencia. “Volví a decir que me iba. Mi padre me dijo que lo hiciese”. La familia de la estilista no quería verla sufrir pero, finalmente, sacó fuerzas. “Si mi familia está orgullosa de mí, pues sigo aquí y ya está”.

Tan orgullosos están que su abuela no ha dudado en entrar por teléfono para animarla. Lo mismo que han hecho Pelayo y Fiona Ferrer. Si es que, al final, todos tenemos nuestro corazón y es difícil controlarlo. Puede gustar más o menos, podemos estar más de acuerdo con sus opiniones, pero entrar en el terreno del insulto y la descalificación no es tolerable. No nos damos cuenta de que tratamos con personas. ¡Ánimo, Paloma!