Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

¡Menudo estrés ser Naomi Campbell! En los últimos 5 días la modelo británica ha sido capaz de: asistir al baile de la ópera en Viena, organizar un desfile solidario en la semana de la moda de Nueva York y cerrar uno de los shows más importantes, el de su amigo Zac Posen. Estamos reventados sólo de pensarlo…

Naomi, que debe de tener energías como para parar un tren y que nos debería chivar el suplemento vitamínico que toma para llegar a todo, ha sido capaz de alternar aviones (privados, eso sí), con ‘backstages’, vestidos de alta costura y camisetas de algodón solidarias, y siempre con una sonrisa en la boca. ¿Dónde está aquella Naomi que perdía los nervios a la mínima? Desde luego parece no quedar rastro de ella en su versión 2015.

Vayamos por eventos: el jueves 12, la Campbell ponía rumbo a Viena para asistir a uno de los eventos más memorables del carnaval austriaco. Al día siguiente, y aún con el vestido de noche puesto, ponía rumbo a Nueva York. Ahí la esperaban dos citas ineludibles, su desfile para recaudar fondos para la lucha contra el ébola, y el de Zac Posen. Y entre medias aún le quedó tiempo para celebrar San Valentín con un buen pastel (o al menos fotografiarlo, que aún no nos creemos que estas modelos se coman un pedazo de calorías puras). El domingo 15 tuvo lugar el show ‘Fashion for relief’, que contó con la presencia en la pasarela de amigos personales de Naomi como Mary J. Blige, Paris Hilton o Kelly Osbourne, y que también tuvo ‘celebs’ sentadas en la primera fila, como Justin Bieber. Y por último, llegamos a la guinda del pastel de su semana: cerrar uno de los desfiles más mediáticos, el de Zac Posen, con un impresionante vestido granate lleno de destellos propio de alguien de la realeza de las pasarelas como lo es ella.