Susanna Griso está pasando su momento más duro. La presentadora de 'Espejo público' ha perdido este martes de madrugada a su madre, Montserrat Raventós, una mujer que hasta el último momento fue una dinámica, independiente, con un espíritu joven y muchas ganas de vivir. Quien apodó a la periodista como "Rata sabia", porque ya mostró desde muy joven su sed de conocimiento se ha apagado a los 94 años.

Griso se despedía de ella en la mañana de este martes 21 de noviembre a través de su cuenta de Instagram. Rota por el dolor de la pérdida reciente, escribía: "Buen viaje, mamá". Junto al escueto mensaje, pero cargado de emoción, aparecía una imagen antigua en la que aparecía Montserrat rodeando a cuatro de los seis hijos que tuvo y entre los que se encontraba una risueña Susanna Griso, la más pequeña de la prole.

Hace cuestión de un año, la reina de las mañanas de Antena 3 nos concedía una entrevista cuyos momentos más conmovedores se los arrancaron las palabras que le dedicó a su madre. Por entonces, Montserrat ya estaba recuperada del ictus, sin embargo su salud se había convertido en una de las mayores preocupaciones de su mediática hija y verbalizaba la inquietud que la producía no poder exprimir suficientemente el tiempo que compartía con ella. "Siempre tengo la sensación de que tengo que disfrutarla lo más que pueda. No sé cuánto tiempo voy a poder tenerla".

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A pesar de su edad –poco antes del desarrollo de la entrevista acababa de cumplir 93 años–, Montserrat, primogénita de los herederos de las bodegas Codorníu, siempre fue una mujer muy activa, con una rutina llena de actividades. "Tiene mucha energía. Ahora un poco menos porque ella, que ha sido siempre guerrera, tuvo hace dos años un ictus", decía Griso. "Es de esa generación que nunca ha tomado antibióticos y en la vida ha pasado de todo, una posguerra, penurias… Pero está ahí con una fuerza y una entereza impresionantes. Físicamente está más débil, pero psicológicamente es impresionante. Para mí es una lección de vida a diario", afirmaba a Lecturas llena de orgullo.

Susanna se ha convertido una mujer fuerte e independiente, además de una profesional imprescindible de la televisión de nuestro país pero, con su moderación y modestia habituales soñaba con haber heredado su energía y su ilusión por hacer cosas: "Yo quiero pensar que sí que he heredado su energía, ojalá". La presentadora de Atresmedia la describía en aquella entrevista como una mujer que nunca paraba quieta: "Mi madre con 85 años se fue a la India con mis hermanas, ha viajado hasta el último momento. Siempre digo que la juventud pasa por tener ilusión en hacer planes, por no decir nunca no a una nueva experiencia, a conocer un país… Y mis padres siempre estaban dispuestos. Incluso ahora mi madre, con todas sus limitaciones, si le propones ir a ver una exposición o al cine siempre dice que sí". "Para mí eso es la eterna juventud. Mi madre es una persona que no se deja vencer por el cansancio. Sí, ojalá me parezca a ella", concluía con una sonrisa.

Detrás de su profesionalidad y por su trabajo, Susanna es una mujer taimada, de guardar mucho las formas, pero su madre siempre le ha hecho brotar la gran sensibilidad que guarda dentro y, con los ojos vidriosos, aquellas navidades de 2016 revelaba a quién iba a dedicar el brindis de Fin de Año: "A mi madre y a mi suegro". "Tienen ya una edad y están ahí luchando contra viento y marea", acababa pronunciando con la emoción alojada en su voz y en sus palabras.