La ausencia de su esposa durante su convalecencia en un hospital de París, en el que había sido intervenido de una arritmia cardíaca, avivaban los rumores de una grave crisis en su matrimonio. Unos temores entre su entorno que se han acabado confirmando justo el día de su aniversario de bodas. Tal y como ha publicado ¡Hola!, Mohamed VI y Salma Lalla se han divorciado después de dieciséis años de matrimonio. Fruto de su unión nacieron sus dos únicos hijos, Moulay Hassan y Lalla Khadija, de 14 y 11 años respectivamente, con quienes aseguran la sucesión al trono. El día en que se ha difundido la noticia, también ha trascendido que el hijo de Hassan II ya habría firmado los papeles de divorcio.

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A finales de febrero, el rey de Marruecos, que habitualmente vive en París, pasaba por quirófano en la clínica Ambroise Pare situado en aquella misma ciudad. El monarca alauí se sometía a una "ablación por radiofrecuencia" que era practicada para eliminar la arritmia cardíaca que padecía. Una imagen de Mohamed rodeado de su familia era la forma en que corroboraban que todo había ido bien y que se recuperaba favorablemente. Sin embargo, en la habitación de la clínica no se encontraba su esposa, una ausencia significativa que ha acabado siendo un avance del fin de su matrimonio.

Mohamed y Salma, de 54 y 39 años respectivamente, se casaron el 21 de marzo 2002. Con su unión empezaba una etapa llena de cambios en la historia de la dinastía alauí. El hijo de Hassan II se deshacía de su harén para abrazar la monogamia y concedía espacio propio a su esposa, que asumía un papel público destacado.