Estos días he podido ver muy poco ‘Sálvame’. Nos ha tocado ensayar por las tardes. Así que el viernes me planto a ver el ‘Deluxe’ virgen, sin saber qué se había cocido durante la semana. Sale un presunto rollo de Kiko Rivera y luego un MultiPoliDeluxe a Sandra Bruman, Marisa Rejano, Mila Ximénez y Raquel Bollo sobre Rosa Benito. Me sorprendo. La semana pasada ya hablaron mucho de ella. Muchísimo. O sea que esta semana han debido seguir con el cuento. Mis compañeros de ‘Sálvame’ están convirtiendo a Rosa en una estrella de la canción. Hablan de ella como si fuera Ella Fitzgerald. Analizan minuciosamente sus actuaciones, sus declaraciones, sus gestos. Dan ganas de ir a verla para ver si merece tantas y tantas horas de televisión. Tantos comentarios. Tantos soponcios. Tanto de todo. Yo, si fuera ella, estaría encantado. Me dedicaría a aprovechar el momento y contratar actuaciones como un loco. Pero Rosa no está preparada para manejar las crisis. De cara a la galería se hace la feliz pero intuyo que las debe estar pasando canutas. Hace unos días le puse un whatsapp: “¿Estás bien?”. Tardó tanto en leerlo que incluso pensé que había cambiado de móvil. Esta fue su respuesta: “No sé cómo estoy Jorge, no me meto con nadie, hago mi camino. ¿Qué hago por Dios? Todo es negativo, algo bueno habré hecho, ¿no?”.