Lleva muchos años en la pantalla pero, posiblemente, su paso por Masterchef Celebrity fue una revolución. Miguel Ángel Muñoz no solo se hacía con la victoria del concurso, sino que, además, se ganaba los corazoncitos del público. Fuerte, atrevido, valiente y con una sonrisa de oreja a oreja, el actor llegó a emocionarnos mucho. Ahora ha sido durante su paso por Planeta Calleja cuando ha querido ir un paso más allá y hacer público el episodio más difícil de su vida. Y no contento con eso, nos ha explicado cuál fue su relación con Elsa Pataky y Mónica Cruz...

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“Me da vergüenza”. Pensamos que los actores lo tienen todo controlado pero nada de eso. Jesús Calleja ponía en un aprieto a Miguel Ángel Muñoz por culpa de Elsa Pataky. El aventurero le apretaba para conseguir batir el récord de escalada del programa que, hasta ese momento, ostentaba la actriz. “¿De qué conoces tú a Elsa?”, le preguntaba con doble intención. “Coincidimos juntos en Al salir de clase. Luego nos hemos visto en Los Ángeles”. Pero no era eso lo que el aventurero quería que le contse. “Me da un poco de vergüenza...”.

“Estaba locamente enamorado de Elsa desde pequeño”, se arrancaba al final. Por aquel entonces, Miguel Ángel no era más que un adolescente. “Recuerdo un día, tenía 14 años y era un niñato. Pensaba que podía lugar con todas las chicas de la serie. Fui con un ramo de flores, me dio un besito en la frente y me mandó al camerino”, explicaba entre risas. El enamoramiento se le fue pasando con la edad y ahora son amigos.

También mantiene una profunda amistad con la que fue su pareja durante Un paso adelante. Junto a Mónica Cruz formaba uno de los tándems más seguidos. De hecho, el actor confiesa que ha sido una de las personas más importantes de su vida. “Cuando te enamoras de alguien, no puedes ser objetivo. Mónica es una maravillosa mujer, maravillosa madre y una de mis mejores amigas”. Claro que llevarse más con Miguel Ángel parece algo muy complicado.

Calleja destacaba el buen carácter del actor al finalizar el programa. “No dices que no a nada, no protestas por nada”. Era ahí cuando Muñoz se venía abajo y confesaba el trance más duro de su vida. “Hice un proceso terapéutico en el que trabajas de una manera muy fuerte la infancia. Es un proceso para el que hay que estar preparado porque, si no, es muy bestia. Ha sido el momento más triste de mi vida”. Aquello le sirvió para volver a conectar con su familia. “Significó un antes y un después con mis padres”.