Todos los ojos se han puesto sobre ella: será la reina de Holanda el 30 de abril. Elegante, sofisticado, excesivo, arriesgado…, el estilo de Máxima Zorreguieta no deja indiferente a nadie.

Su secreto es la naturalidad con que lleva desde baratos diseños de Zara hasta los de los mejores modistos, en cuyas creaciones se deja buena parte de los 650.000 euros que recibe como asignación anual para sus gastos.

Una reina a todo color

Quizá porque conserva el espíritu de los años en los que ejerció de ejecutiva, Máxima mantiene la sobriedad de los trajes sastre en sus actos oficiales: faldas por encima de la rodilla y chaquetas ajustadas. Aunque se permite, con permiso del protocolo, colores llamativos: rojo, naranja, fucsia y verde. Si viste pantalón, los anchos son sus preferidos. Y sus vestidos de cóctel son de líneas rectas, aunque también elige modelos de gasa, habitualmente con escotes ‘sabrina’ o ‘jackie’. Sus dos debilidades son los sombreros, desde pamelas XL hasta tocados años 50 o de fantasía, y los pendientes enormes. Informal, opta por pantalones ‘Capri’, que dejan al aire los tobillos, y la hemos visto de Zara.

De gala, Máxima demuestra que es ‘la princesa más exuberante de Europa’, como se la conoce. No renuncia a sus curvas y potencia sus puntos fuertes. Ese es otro de sus secretos. Elige a grandes modistos y Valentino es su preferido. También luce modelos de Vermeulen, Nathan Jeden, Jan Timinian o Fabianne Devinne, modista de Silvia y Victoria de Suecia que le recomendó su suegra. Seda, gasa y pedrería se ajustan a su cuerpo en diseños palabra de honor y asimétricos que realzan su escote, demasiado generoso para algunos.