Hay parejas que admiramos y después están Maribel Verdú y Pedro Larrañaga. Lo suyo es AMOR absoluto, y contemplarlos es descubrir a dos personas que han nacido para estar juntas. Viven en una luna de miel eterna desde hace 17 años, y ahora celebran que están igual (o mejor) que el primer día.

Son uno de los matrimonios más estables de la crónica social. Comparten objetivos, aficiones y amigos. Pero, sobre todo, comparten una misma manera de entender las relaciones. Así lo explicaba ella en una entrevista hace tres años. “Estoy más enamorada que nunca. Hay muchas cosas que lo hacen posible: el respeto, la admiración y que me lo paso muy bien con mi pareja y me río mucho”, además añadía otro punto clave en el éxito de su matrimonio, “el sexo, algo fundamental". Y no tienen ningún problema en demostrar en público cómo es su relación. Se dan mimos, las muestras de cariño son constantes y las confesiones se suceden.

Maribel y Pedro no han tenido hijos en común. La pareja así lo ha deseado, aunque Pedro sí experimentó la paternidad con su anterior mujer. De ahí, que ahora sea hasta abuelo, y, de rebote, Maribel también. ‘Abuela a los 45’. Y es que su chico fue padre muy joven, antes de haber cumplido los 20.

Ahora celebran su aniversario tan enamorados como siempre, sirviendo de ejemplo para todos los románticos de pro y aprovechando cada día que están juntos. El uno para el otro es el mejor que podrían entregarse un día como hoy.