María Patiño fue una de las asistentes a la subasta benéfica que se celebró en su Museo Thyssen- Bornemisza de Madrid. Aunque la periodista no es muy dada a dejarse ver en este tipo de eventos, la ocasión lo valía, ya que los beneficios de la subasta iban destinados a la Fundación Mensajeros de la Paz, del padre Ángel. Eso sí, no acudió sola: María llegó acompañada de su novio Ricardo al acto, una puja de 20 venus Smylife Collection Beauty Art III.
Como no podía ser de otra manera, la baronesa Thyssen ejerció de anfitriona junto a su hijo Borja y su nuera, Blanca Cuesta, que posaron juntos y sonrientes durante la subasta. La maestra de ceremonias fue Belinda Washington. También acudieron otros famosos como Fonsi Nieto, Mónica Pont o Carmen Morales, aunque la presencia de María Patiño destacó, precisamente, por lo difícil que es verla en este tipo de actos.
"Por circunstancias de amistad, que no suelo venir normalmente a eventos, pues aquí me tienes", explicaba la periodista a sus compañeros de profesión presentes en la subasta. De hecho, aseguró estar "encantada" por haber visto allí a muchos de sus colegas. Pero poco tardó la conversación en virar hacia el tema más importante de los últimos días en 'Sálvame': el de las primeras campanadas del programa. María no quiso dar por hecho quiénes serán los afortunados que finalmente estarán en el balcón recibiendo el nuevo año, pero se mostró muy ilusionada con la perspectiva.
Y, por supuesto, ya tiene pensado incluso el modelito con el que se lucirá delante de todo el país si acaba siendo ella una de las presentadoras elegidas: "Ya lo tengo elegido, de una diseñadora neoyorkina ideal", revelaba. "¿A la altura de la Pedroche?", le preguntaba la periodista que la entrevistaba. Y fue entonces cuando María sorprendió a todo el mundo con una inesperada declaración de intenciones que soltó entre risas, pero con firmeza: "Bueno, intentaré estar por encima". ¡Ahí queda eso!