Su Trini de ‘Vive cantando’ no es ni dulce ni suave, pero sí salvajemente tierna, de vitalidad arrolladora y arrebatadora de tan natural. “No se le pone nada por delante, es muy peleona, se atreve con todo. En eso es como yo”. Con audiencias millonarias en sus dos primeros capítulos, María Castro está entusiasmada con su trabajo en la serie de Antena 3, que ya es líder de la noche de los martes. Del gran momento que vive ha hablado con Lecturas.
Ya te conocen como Trini, tu personaje en ‘Vive cantando’. ¿Cómo se llega tan rápido al corazón de la gente?
-No lo sé muy bien. La gente me cree y me quiere mucho. Mis personajes siempre son muy queridos. Supongo que ocurre porque cuando cojo un personaje yo también lo quiero. Me enamoro de él, aunque sea la mala de la película. Quizás por eso a la gente le llega al corazón.
En ‘Sin tetas no hay paraíso’ eras Jéssica, la mala, y la reaccion del público fue tambien arrolladora.
-Tengo la suerte de que los personajes que me han ido tocando han sido muy diferentes entre sí. En ‘SMS’ era la chica introvertida de la clase. En ‘Sin tetas...’ era una persona sin escrúpulos. En ‘Tierra de lobos’, todo lo contrario. Y, de repente, me ha tocado Trini, que es de barrio, llana, simple, sin dobleces, sin vueltas. Todas estas mujeres parten de mí, de mi verdad, de mi vida, pero lo cierto es que ninguna soy yo.
¿No te pareces en nada a Trini?
-Trini es muy afín a mí en una cosa: no se le pone nada por delante, es muy peleona, se atreve con todo, no se cierra puertas. En eso es como yo, aunque yo tengo algo más de cabeza. Trini no piensa, no tiene filtros y se mete en unos follones... Pero en ese arranque de ‘yo puedo’, somos iguales.
De ‘Vive cantando’ han rodado ocho de los 13 capítulos de la temporada esperando a ver la respuesta de la audiencia. Y ha sido abrumadora. ¿Esperas ansiosa los guiones restantes?
-Lo estoy deseando. ¡Es que no sabes cómo acaba el capítulo ocho! ¡Es tela! Porque Trini se mete en un jardín…
¿No sabes qué va a ocurrir?
-No, estoy intrigada. Pero me gustan las sorpresas. Me gusta que haya infinitas posibilidades, como en la vida. Yo me acuesto pensando una cosa y despierto con otra. La vida es así. No sabes qué va a pasar. Es emocionante.
Imagino que con tanto trabajo irás poco a ver a la familia...
-Hace mucho que no voy a mi tierra. Estoy tan liada que este verano solo he ido dos veces y en días sueltos. Así que me toca traerme a casa a mami, a papi, a los sobrinos… Como no puedo ir a Vigo, me los traigo a Madrid.
Además estás haciendo las Américas, como nos contaste hace unos meses.
-(Risas) Las Américas no, mejor di las Lituanias y las Letonias. Allí rodé una coproducción europea, ‘Anna Karenina’, para televisión. Es un papel pequeño en inglés y supongo que también la veremos en España. Me hizo una ilusión tremenda y espero que cuando se estrene me dé tantas alegrías como ‘Vive cantando’.
Este verano has tenido mucho trabajo, pero has estado muy bien acompañada… [Leandro Rivera, su novio desde hace más de dos años, trabaja en la serie e interpreta al psicólogo del colegio de ‘Vive cantando’].
-Sí, muy bien acompañada. Y hasta ahí puedo leer. (Sonríe).
¿Por qué?
-Mis cosas las comparto con la gente que más quiero. Que no es que a ti no te quiera, por supuesto (risas). Con mis íntimos me abro como la que más, pero para los demás prefiero cerrarme, no lo puedo evitar. Me entra el galleguismo y no hay manera. Supongo que intentar que no se sepa mucho de mí es un modo de protegerme.