La madre de Arantxa Sánchez Vicario viaja a Miami para verla

Marisa Vicario viaja todos los años a Florida y se aloja en casa de su hijo Emilio

Actualizado a 25 de febrero de 2018, 12:03

Dos años sin su padre

Emilio Sánchez, padre de Arantxa Sánchez Vicario, falleció el 25 de febrero de 2016, a los 83 años, víctima de alzhéimer. Desde entonces, su viuda, Marisa Vicario, viaja a Florida para pasar un mes en casa de su hijo Emilio, su esposa Simona, y los cuatro hijos del matrimonio. El año pasado, Marisa quiso ver a su hija Arantxa y sus otros dos nietos, pero fue imposible. El distanciamiento entre madre e hija y el enfrentamiento de los Sánchez Vicario con Josep Santacana era un muro díficil de traspasar. Ahora las cosas han cambiado y Arantxa, que ha pedido perdón a su familia, se reencontrará con su madre.

Nerviosa y muy delgada

Arantxa ofreció a 'Sábado Deluxe' sus primeras declaraciones tras la ruptura de su matrimonio con Josep Santacana. Nerviosa y desmejorada, solo dijo: "Esto es una situación muy desagradable para mí. Confío plenamente en mis asesores y en los tribunales", pero dejó hablar a sus abogados.

Arantxa y sus hijos

Inicialmente, se dijo que Arantxa podría perder la custodia de sus dos hijos, Arantxa, de nueve años, y Leo, de siete, pues según Santacana la extenista no estaría en condiciones "óptimas" para ocuparse de ellos. El abogado de la extenista aseguró que en la documentación con la que él trabaja no hay ninguna evaluación psicológica de su cliente. "Los niños están bien. Es ella la que los lleva al colegio cada día, les da de comer, los baña, los cuida...", dijo el abogado, que solicitará la 'paternidad compartida' de los pequeños.

Un año separados

El abogado de Arantxa no pudo precisar cuánto tiempo llevaba Josep Santacana fuera del domicilio conyugal. "Quizá se fue hace un año, o algo más de un año o algo menos de un año", dijo. Lo que sí quedó claro es que fue él quien se fue del ático en el que vivían y que allí se ha quedado Arantxa con sus hijos. Santacana ha rehecho su vida junto a una mujer llamada Raquel, con la que vive desde hace cinco meses.

Un fuerte vínculo

Marisa Vicario siempre tuvo un vínculo muy fuerte con su hija Arantxa. Viajaba con ella a todos los torneos y la protegía quizá en exceso. Esa protección, no obstante, fue uno de los motivos de rechazo que, con el tiempo, Arantxa le reprochó a su madre, pues consideró que la habían anulado como persona. Su padre, Emilio Sánchez, se ocupó del dinero de su hija, pero su gestión fue desaprobada por esta, que se encontró con una enorme deuda con Hacienda y con varios millones de euros 'desaparecidos'.

El día de su retirada

El día que Arantxa se retiró, entre lágrimas, del tenis, sus padres y sus hermanos estuvieron acompañándola. Siempre dieron la imagen de una familia muy unida. Años después y tras la aparición en su vida de Josep Santacana, las relaciones saltaron por los aires y Arantxa estuvo años sin hablarse con su familia. Esta semana, Arantxa y su madre volverán a reencontrarse y se fundirán en un abrazo. La extenista está muy arrepentida y su familia no le ha dado la espalda.

Una relación para olvidar

Ahora que Santacana ya no está en la vida de Arantxa, la familia Sánchez Vicario vuelve a estar unida. Todo su entorno advirtió a Arantxa de las malas intenciones de Josep Santacana, pero ella, muy enamorada, hizo caso omiso a los consejos y apostó muy fuerte por su relación. Diez años después, Arantxa se ha puesto en manos de los mejores abogados de Miami –a razón de 750 dólares la hora– para tratar de recuperar lo que es suyo, porque no tiene ni una sola propiedad a su nombre.

Marisa Vicario, madre de Arantxa Sánchez Vicario, viaja esta semana a Miami y por fin podrá ver a su hija y a sus nietos Arantxa y Leo, a quienes hace más de un año que no ve. Según informa La Razón, la madre de la familia de tenistas más famosa de nuestro país viaja Florida por estas fechas y se aloja durante un mes en casa de su hijo Emilio. Precisamente esta semana se cumplen dos años del fallecimiento, el 26 de febrero de 2016, de su marido, Emilio Sánchez, unas fechas muy duras para su viuda, motivo por el cual se desplaza a Napples para estar con su hijo Emilio, su nuera Simona, y los cuatro hijos del matrimonio.

El año pasado, sin embargo, quiso ver a su hija Arantxa y a los dos hijos de esta, pero no pudo. Las tiranteces familiares –provocadas por Arantxa– lo impidieron. Este año las cosas son completamente distintas. Arantxa ha pedido perdón y su familia no le ha dado la espalda, en especial su hermano Emilio, por el que la extenista siente verdadera devoción. Marisa Vicario también está deseando abrazar a su hija y a sus dos nietos y olvidar todas las rencillas del pasado, ahora que Josep Santacana ya está, prácticamente, fuera de sus vidas.

La situación por la que está atravesando Arantxa Sánchez Vicario, aún siendo muy complicada, parece que no es tan sumamente grave como inicialmente se creía. Así lo manifestó su abogado en la entrevista que ofreció a un equipo de 'Sábado Deluxe'. La extenista no tiene nada a su nombre, ni propiedades ni activos, pero no será difícil recuperar su patrimonio sin necesidad de llegar a juicio. Tampoco Santacana le quitará la custodia de sus hijos, ni existe informe psicológico alguno en la documentación con la que trabaja el bufete de abogados de Arantxa. Se pedirá la 'paternidad compartida' (término equivalente a nuestra custodia compartida) y se llegará a un acuerdo sobre el reparto del tiempo y las responsabilidades de ambos progenitores.