Bad Blood’, el último single de Taylor Swift, habla de traiciones, de engaños, de relaciones que se volvieron amargas y de diferencias irreconciliables. Las malas lenguas apuntan a que la rubia, para escribir el tema, se inspiró en otra famosa cantante, Katy Perry. Ahora esta pretende contestarle con otra. Perry ya ha registrado '1984' (en referencia al título del disco de Swift, ‘1989’) y parece que la canción será una declaración de guerra de primer nivel. Pero, ¿de dónde procede el odio entre las dos estrellas?

Remontémonos al año 2011. Entonces todo eran palabras de cariño y ánimo entre ambas. Las dos mantenían sus carreras separadas, con objetivos muy diferentes. Taylor parecía que no saldría de su música ñoña y de esa imagen de belleza sureña, mientras que Perry se sabía una de las nuevas herederas del Pop. Cuando parecía que nunca competirían, eran íntimas, pero todo cambió cuando la visión de la música y del negocio empezaron a cambiar para Swift. Fueron amigas muy estrechas (ya sabéis que Taylor mujer que conoce, mujer que convierte en su íntima) y los gestos de cariño entre ellas en galas y demás eran habituales. Además apareció en escena John Mayer a alborotarle el corazón a Taylor. Fue uno de sus amores más importantes y le dedicó alguna que otra canción. Tras su ruptura y 156.234 novias más tarde, Mayer quedó prendado de otra compañera de profesión. Lo habéis adivinado, Katy Perry. Corría 2013, ella se acaba de separar de su marido, Russell Brand, y los dos necesitaban algo de cariño. Pero la confrontación entre ellas no tiene que ver con hombres, sino con el trabajo.

"Básicamente ella trató de sabotear una de mis giras"

Durante años dudé si éramos amigas o no. En algunas entregas de premios ella se me acercaba y me decía cosas que no sabía si tomármelas de una manera amistosa o como el peor insulto que me habían soltado en mi vida. El año pasado hizo algo tremendamente horrible así que pensé que había cruzado la línea y que éramos enemigas declaradas. ¡Y ni si quiera fue por un chico! Era por negocios. Básicamente ella trató de sabotear una de mis giras. Quiso contratar a un grupo de personas que trabajaban conmigo. A mí no me van para nada los conflictos. Odio las peleas, así que lo que hago ahora es evitarla”, contó a Rolling Stone en una entrevista en la que se negó a decir el nombre de la cantante femenina a la que se refería. Y cuando fue publicada, Katy contestó con esta frase en su Twitter: “Tened cuidado con la Regina George con piel de cordero”, una referencia a ‘Chicas Malas’, en concreto a su villana más manipuladora. A Katy solo le podríamos decir eso de “quién se pica, ajos come”. Ella fue la que evidenció que la canción estaba dirigida a su persona y ahora piensa tomarse la revancha.

La venganza de Perry puede ser de lo más divertida, porque tiene mucho sentido del humor (pero no para que se rían de ella) y una mala baba considerable. No podemos ni imaginarnos qué estará tramando. Nos olemos una parodia, aunque esperamos que sea más inteligente que eso. Que dé comienzo el segundo 'round'.