No quieren dinero. No se están disputando unas alhajas de incalculable valor. Son sólo los objetos que un día utilizó el actor Robin Williams y que sus seres queridos tienen asociados a él. En un terreno en el que los sentimientos pesan más que lo económico, los hijos de Williams y su tercera mujer se verán las caras en los tribunales.

A diferencia de otras familias famosas, en la herencia del cómico, sus descendientes lo que reclaman son aquellos recuerdos asociados a su padre. Los mismos que también desea Susan Schneider, la que fuera tercer mujer del actor de ‘Goodmorning Vietnam’.

Cuando Williams se quitó la vida el pasado mes de agosto en su casa de San Francisco, dejó tras de sí a una familia rota de dolor, que deseaba hacer todo lo posible por recordarlo y estos recuerdos serían parte fundamental en este cometido. ¿Pero qué hacer cuando dos partes los desean tan encarecidamente? Zachary, Zelda y Cody cogieron de casa de su padre todo lo que los acercaba a él, gesto que molestó a Susan y que ahora reclama como suyo el preciado botín.

Pero Williams, que antes de decirnos adiós había dejado todo atado y bien atado, fijó la figura de dos albaceas que serían los que, cuando él ya no estuviera, repartirían sus enseres, pero eso sí, no antes de que llegara el momento preciso. Y todavía es pronto. Por lo que le han dejado entrever a Susan, interponer una petición judicial sería demasiado precipitado ya que no les habría dado tiempo a establecer de manera justa y correcta la repartición de todo los recuerdos del actor. Estaríamos hablando de una buena cantidad de artículos divididos en 975 lotes que, en un futuro, esperemos que no muy lejano, irán a parar a las manos de Susan, Zac, Zelda o Cody. ¿Tendrán la suficiente paciencia para aguantar hasta entonces?

Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS