La boda de Kiko Rivera e Irene Rosales era la primera vez desde hacía mucho tiempo que juntaban bajo un mismo techo Isabel Pantoja y Francisco y Cayetano Rivera, los hermanos mayores del novio. Si bien se trataba de una cita muy feliz para todos, esta alegría no llegó a traspasar la fría relación que mantienen los tres ni supuso ningún acercamiento entre las partes. Una situación que no tiene pinta de cambiar, al menos a corto plazo, y es que ni la cantante ni los toreros parecen tener pensado estrechar la relación.

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Isabel Pantoja en concierto

El objetivo de Francisco y Cayetano era claro, acudir a la boda de su hermano Kiko para estar con él en el que fue uno de los días más felices de su vida, nada más. La presencia de Isabel Pantoja no supuso nada para ellos, y es que es bien sabido que la relación con ella no es precisamente buena. Por eso, los hijos de Carmina Ordoñez se limitaron a saludarla con la educación y cordialidad que han mostrado siempre que han coincidido con Isabel.

32 años después de la muerte de Francisco Rivera Paquirri la situación sigue igual si nos referimos a la herencia que los toreros nunca han recibido por parte de Isabel Pantoja, que es quien tiene lo que les pertenece por derecho y se niega a entregar. Por eso, principalmente, no hay nada que una a Francisco y Cayetano con la cantante, pero sí hay muchas cosas que hacen que la distancia sea grande. El gran problema, y como hemos dicho, que más de tres décadas después de la muerte de Paquirri la que fuera su mujer todavía no ha entregado a sus hijos mayores lo que les corresponde por herencia.

Se trata de un lote lleno de objetos personales, ropa, recuerdos y objetos de toreo, los que más les servirían por su profesión, que la autora de “Marinero de luces” sigue teniendo en su poder. El valor de todo esto es incalculable, sobre todo sentimentalmente hablando.

A día de hoy la única que puede suavizar esta situación es la propia Isabel Pantoja entregando a Cayetano y Francisco los recuerdos de su padre, que forman parte de su legado familiar. Esta situación parece que no llegará a corto plazo y es que hemos sabido que en la boda de Kiko Rivera tan solo se produjo un cordial y correcto saludo de parte de los Rivera Ordóñez a la madrina de la boda.