Ana Guerra está viviendo un sueño. Literalmente. La cantante está saboreando ahora las mieles de todo por lo que luchó duramente años atrás, y es que el mundo del arte y la música no es nada fácil si empiezas desde cero. Ahora que ya ha vivido su primera experiencia en el Palau Sant Jordi con el concierto de OT en Barcelona, ha querido hacer balance de su experiencia en el programa 'Atrévete' de Cadena Dial con Manel Fuentes.

"Ojalá todo el mundo pudiera vivir esto una vez en la vida, no puedo explicarlo. 17.000 personas cantando La Bikina...", explicaba la finalista de OT que, junto a sus compañeros, se prepara para un nuevo concierto el día 16 de marzo en el Palacio de Vistalegre de Madrid. Para ella, convertirse en la quinta finalista del concurso, salir a cantar ante miles de personas y experimentar el boom de su canción junto con Aitana 'Lo malo' está siendo más que un sueño para ella: "Pasa todo tan rápido que todavía me estoy reubicando, es como si no me estuviera pasando a mí", asegura.

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Y es que el concierto del sábado no tiene nada que ver con los que fueron sus primeros pinitos en el mundo de la música: "La primera persona en la que he pensado es en mí, porque nadie me ha regalado nada. Si he llegado a donde he llegado ha sido por picar piedra, por empezar tocando en la calle congelándome de frío y ganando por 3 horas 3 euros", confesaba. "Le decía a mi padre que iba a clase, tonta de mí... y me encontraba tocando en la calle con cuatro músicos más. Llegaba, no me decía nada, me tiraba una moneda y se iba". Pero recordar sus duros inicios le hacen sentir más afortunada si cabe de todo lo que está viviendo ahora: "Cuando empiezas desde abajo y te ves en el Palau Sant Jordi delante de tanta gente... sí que es verdad que la vida te recompensa, se recoge lo que se siembra".