Por AMADEU GARCÍA

Poco podía imaginarse el barón Pierre de Coubertin, padre de los Juegos Olímpicos modernos, que  el lema “altius, citius, fortius” (más rápido, más alto, más fuerte) iba a acabar significando mucho más que el innegable instinto de superación de los deportistas. Hoy en día, las innovaciones tecnológicas y científicas también se han puesto al lado del deporte para ayudar a sus practicantes, sobre todo a los profesionales, pero también a los aficionados, de tal manera que puedan aumentar su rendimiento o recuperarse más rápido de sus lesiones.

Acabamos de saber que Adriana Abenia también se ha apuntado a la moda del chaleco de electroestimulación, el revolucionario método para ponerse en forma que popularizaron Sara Carbonero y Paula Echevarría en nuestro país. Desde unas zapatillas más ligeras hasta máquinas complejas que permiten correr como si estuvieras en otro planeta. A más complejidad, mayor inversión. Te mostramos los avances tecnológicos de algunos deportistas y actores por ir más allá de sus límites.

1. Rafa Nadal: máquina antigravitatoria

Rafa Nadal
Gtres

El tenista mallorquín, actual número 2 de la ATP y durante muchos años el primero de la lista, considerado por muchos uno de los más grandes de la historia, arrastra desde hace tiempo un problema crónico en las rodillas que en demasiadas ocasiones ha acabado por lastrar su rendimiento. Para mantenerse en plena forma, no ha dudado en adquirir en propiedad una máquina antigravitatoria o AlterG, un aparato que permite sustraer parte del peso corporal que recae sobre las articulaciones durante la carrera.

“Rafa Nadal tiene una, Crisitano Ronaldo también, pero no son los únicos. El Barça, por ejemplo, tiene dos, y tengo entendido que el Madrid también las usa. Está muy extendida en la Premier y en la NBA, Pau Gasol y Kobe Bryant la han utilizado”, explica Albert Puig, propietario de la única máquina AlterG de uso privado que existe en Cataluña. El concepto es en apariencia simple: una cinta con un sistema que levanta al corredor, ajustable porcentualmente de unidad en unidad, que permite al que la utiliza correr hasta con un 80% menos de su peso. Lo más parecido a hacerlo en otro planeta. Así, las articulaciones sufren mucho menos.

Pero esa no es su única ventaja. “Hay lesiones en las que, para recuperarte, lo mejor es no parar. El músculo puede endurecerse, perder elasticidad. Si se puede correr con menos peso, cada vez se notará más seguro y su musculatura también estará más tonificada”, destaca Puig. Sabe bien de lo que habla. Durante las décadas de los ochenta y los noventa del siglo pasado, fue un destacado corredor de fondo.

AlterG
AlterG

Pero no sólo los profesionales pueden beneficiarse de sus efectos. “No hay impacto, pero la musculatura y el sistema cardiovascular trabajan igualmente. Más allá de para la recuperación de lesiones, puede ser muy aconsejable para personas que tengan un cierto sobrepeso. Así pueden empezar a trabajar intensamente desde el primer día y, además, verán por sí mismos cómo se sentirán cuando lleguen al peso recomendado”, asegura. Además de Nadal, o los madridistas Jesé o Xabi Alonso también se han beneficiado de sus efectos. Algo que, por ejemplo, está al alcance de cualquiera en el centro OsteoDynamics de Barcelona.

 

2. Cristiano Ronaldo: máquina de crioterapia

Cristiano Ronaldo
Twitter

Si un futbolista destaca por cuidar con esmero de su físico, ése es Cristiano Ronaldo. La semana pasada sorprendía a muchos mostrando sonriente fotos de cómo utilizaba una máquina facial japonesa para tonificar su rostro. Pero, además de atractivo, el portugués quiere también estar en plena forma. Por ello, no escatima esfuerzos. Además de la máquina antigravitatoria de la que hablábamos anteriormente, también tiene una de crioterapia en su casa. En este caso, se trata de someterse a pequeñas sesiones, de unos tres minutos, en condiciones de frío extremo.

“Con esta técnica, se favorece la recuperación del esfuerzo. También resulta beneficiosa en los procesos inflamatorios y para el cansancio muscular”, explica el doctor Jordi Ardèvol, ex jefe de los servicios médicos del Barcelona. No obstante, también apunta que, en este caso, “no existen efectos recuperadores”. “Sus principales beneficios se centran en el alivio de procesos inflamatorios y de la fatiga de los músculos”, recalca. Teniendo en cuenta la cantidad de kilómetros que puede llegar a recorrer el delantero madridista durante el transcurso de un partido de fútbol, y las fuertes entradas con las que pueden llegar a castigarlo los defensas contrarios, este dispositivo le viene, sin ninguna duda, como anillo al dedo.

 

3. Raúl González: cámara de hipoxia

Raúl González
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El ex delantero del Real Madrid y de la selección española Raúl González admitió ya hace algunos años que dormía en una cámara de hipoxia. Es decir, una ambiente cerrado con un nivel de oxígeno menor al que está acostumbrado. Prácticamente, como si estuviera viviendo en los Andes, por ejemplo, pero sin la incomodidad de tener que pasar 16 horas de avión, entre ida y vuelta, para someterse a ese tratamiento.

“Con la hipoxia, se aumenta la capacidad y el número de los glóbulos rojos. De esta manera, tienen más facilidad para transportar oxígeno”, explica el doctor Ardèvol. Aunque es una forma de entrenamiento mucho más habitual para ciclistas o para corredores de grandes distancias. El aumento de la resistencia física es su mayor beneficio. Raúl explicó que utilizaba esta técnica en 2007, cuando rondaba 'solo' los 30 años, teniendo en cuenta que algunos futbolistas pueden jugar hasta los 38 al máximo nivel. Ahora bien, su posición, delantero, con mucho más desgaste que, por ejemplo, un central, y el hecho de llevar ya por aquel entonces prácticamente 13 años compitiendo al máximo nivel, justifican a todas luces su apuesta.

 

4. Diego Costa: placenta equina

Diego Costa
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No fue el primero en recurrir a ella, pero sí es el más reciente. El barcelonista Xavi Hernández, hace algunos años, se sometió a este tipo de tratamiento a causa de una dolencia aparentemente eterna, con continuas recaídas. En el caso que nos ocupa, y tras sufrir una lesión muscular, el hispano brasileño Diego Costa recurrió al uso de placenta equina para recuperarse y poder jugar tanto el último partido de Liga con su equipo de entonces, el Atlético, como la final de la Champions. En ambos casos, no pudo estar muchos minutos sobre el terreno de juego, pero sí disputar el Mundial de Brasil con la selección española.

El uso de la placenta equina es un método ampliamente utilizado por la doctora serbia Marijana Kovacevic. Una técnica desde luego controvertida, con partidarios y detractores. “No creo en esta técnica. Para mí, no tiene mucho sentido. La placenta es una estructura temporal que sirve para alimentar al feto. Dado que contiene una gran cantidad de células madre, hay quien le atribuye cualidades regeneradoras, pero debemos tener en cuenta que en este caso, además, se trata de especies diferentes”, señala el doctor Ardèvol.

5) Borussia Dortmund. Aprender a jugar jugando con el Footbonaut

Parece un juego de palabras, valga la redundancia de nuevo. Casi un trabalenguas. Pero se trata de eso, de aprender a jugar a fútbol, en este caso más concretamente de mejorar el juego de los futbolistas, jugando. El aparato en cuestión no es demasiado portátil y el Borussia Dortmund alemán ya hace algunos años que lo utiliza. Se llama Footbonaut, y consiste en un espacio de césped artificial, de 14 metros cuadrados, rodeado por paneles que se iluminan en diferentes colores. El futbolista, tras recibir el balón, desde un panel que se ilumina en rojo, debe enviarlo al panel que se ilumine en color verde, colocado casi a ras de suelo, los más rápido posible, o efectuar un disparo hacia el que parpadee en amarillo, normalmente situado a un poco más de altura.

Con este aparato, los futbolistas mejoran su visión de juego (hay que estar pendiente de todo el entorno para ver qué panel se va a iluminar y cómo lo hará) así como su capacidad de reacción. Y además, lo hacen casi como si estuvieran participando en una especie de videojuego. Un juego de niños, en apariencia, que sirve para entrenar a los mayores. Y que, además, para que se diviertan de lo lindo haciéndolo. Más si cabe que de costumbre.

6. Ben Affleck: tenacidad y esfuerzo

Ben Affleck
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Desde luego, todas las máquinas y todos los tratamientos no son realmente útiles si, además, no hay tesón y esfuerzo de por medio. Escapando brevemente del deporte para fijarnos en el mundo del cine podemos encontrar un gran ejemplo de ello. Muchos se llevaron las manos a la cabeza cuando se anunció que Ben Affleck iba a ser el próximo Batman. La tibia acogida de la película en la que se enfundó en el traje de Daredevil y el recuerdo de Christian Bale en la trilogía de David Nolan pesaban mucho. Pero Affleck ha decidido ponerse las pilas. En esta nueva entrega de las correrías del Caballero Oscuro compartirá pantalla con el último Superman, Henry Cavill, y eso le ha llevado a tomárselo muy en serio. Tanto, que lleva casi un año trabajando en sesiones dobles diarias de gimnasio para no parecer un enclenque al lado del hijo más famoso de Krypton. A juzgar por sus últimas imágenes, no es demasiado arriesgado asegurar que lo está consiguiendo.