¿Son los celos propios del príncipe destronado los que tienen a Martín Casillas Carbonero entero revolucionado? Podría ser… Hasta hace unos días, él era el centro de la vidas de sus padres, Sara e Iker, a quienes se les caía la baba con cada una de sus ocurrencias, pero ahora los tiene que compartir. La atención ahora también se posa en el recién llegado: Lucas.
“Últimamente no tiene una idea buena... (Lo que asoma por encima de las petunias es una mochila que acababa de intentar colar al jardín de los vecinos). Le dan estos arrebatos, sobre todo desde que su hermano llegó a casa. #Pacienciaymuchoamor”. Sara ya no sabe qué hacer con su primogénito, quien se está acostumbrando muy poco a poco al bebé, tal y como reveló Iker hace una semana. El niño es pequeño para comprender lo que ha pasado, y puede que estas trastadas sean su manera de reclamar atenciones. Además, la presentadora está haciendo frente a estos momentos complicados ella sola, ya que Iker se encuentra concentrado con la Selección, preparando los partidos de esta Eurocopa.
Sara, que parece una persona paciente, tira de su buena mano izquierda para sobrellevar estos momentos de guerra que le da le mayor de sus dos hijos, que nació en enero del 2014. Martín, de momento, no desempeña el papel de hermano mayor protector, sino más bien el de gamberrete, ¿pero qué queremos? ¡Solo tiene dos años y medio! Démosle un par más y veréis cómo su actitud será otra completamente diferente, y no habrá nadie que tosa a Lucas porque ahí estará Martín, todo nervio, y dispuesto a defenderlo. Hasta entonces, no queda otra, como bien dice Sara, paciencia y mucho amor. Y si nos apuras, humor también.