Hablemos de amor. Pero no de pasiones momentáneas, ni de escarceos nocturnos, ni de amistades que se confunden por la noche, no, no, de amor en mayúsculas. Los famosos acostumbrados a tener éxito profesional, una carrera consolidada, una cuenta corriente de los más boyante y salud para llegar con comodidad a los cien años, tan sólo tienen que preocuparse del amor -si es que hasta para eso tienen suerte-. Pero claro, cuando se es una estrella, hay que ir con mucho cuidado. ¿Y si en lugar de la persona, se enamoran del personaje? ¿Y si se acercan para ir a contarlo todo a la televisión? ¿Y si tan sólo quieren un poco de fama y dinero? Ser una celebrity es una actividad de gran riesgo sentimental, se lo decimos nosotros, que famosos no somos, pero tenemos buen ojo.

 

A lo largo de los últimos doce meses hemos asistido a comienzos de romances, a consolidaciones, a compromisos -más a nivel internacional, que son mucho de hacer fiestas para todo-, a bodas, pero también a múltiples rupturas. El amor no es para siempre, por mucho que así nos lo hayan querido transmitir los cuentos. A veces hay terceras personas y otras, simplemente, se acaba la complicidad. Pero, claro, cuando uno de los integrantes -o ambos- son famosos, esa ruptura se convierte en un asunto casi de Estado. ¿Quién no ha opinado sobre el fin del matrimonio de Antonio Banderas y Melanie Griffith? ¿Quién no ha tomado partido por Alberto Isla o por la hija de Isabel Pantoja? ¿Quién no se ha inmiscuido donde no le llaman? ¡Así es la vida de los famosos!

 

Y como a todos nos gusta echar la vista un poco atrás, vamos a repasar algunas de las rupturas más sonadas del 2014. Esas que nos han dejado con la boca abierta y nos han puesto los pelos como escarpias. Corran a la galería y vayan descubriendo qué famosos han tenido peor suerte en el amor. Si a ellos le pasa, ¿a quién no?