Rupturas de famosos
· Alba Carrillo
Las redes se posicionan del lado de Alba, y atacan duramente a Feliciano
Los usuarios han atacado duramente el frío comportamiento del tenista a la hora de poner fin a su matrimonio
En el mundo online en el que vivimos, las redes sociales se han convertido en el coro de las actuales tragedias griegas. Y este ‘coro’ ya ha tomado partido en la dramática historia de Alba Carrillo y Feliciano López, y se han posicionado, sin dudarlo un instante, del lado de la primera.
Los usuarios de Twitter critican duramente el comportamiento que Carrillo ha descrito en su entrevista. Pero ojo, hasta el momento, solo hemos escuchado la versión de una parte, y, para valorar como es debido, deberíamos escuchar las dos. Pero mientras Feliciano continúe mudo como Belinda, los tuiteros seguirán atacándole y defendiendo a la modelo.
El tenista se ha convertido en la diana de todos los ataques online. Le han insultado, increpado y dicho de todo. A Feliciano, además, le persigue esa fama de ‘rompecorazones’ de libro, que hace que los usuarios de las redes, en plena furia tuitera, se descarguen contra él diciéndole lo primero que se les pasa por la cabeza…
Y si unos actúan en pleno ‘calentón’, otros saben escoger muy bien las palabras que tienen que emplear. Nos referimos a María José Suárez, expareja de Feliciano, con la que estuvo 5 años de idas y venidas. La modelo reconvertida en diseñadora, lanzó un dardo que perfectamente podría ir dirigido a su ex. "Y la vida sin darte cuenta te va colocando donde debes estar #namaste". Un mensaje que funciona de muchas maneras, uno lo puede entender como que no va dirigido a él, que solo tiene que ver con ella, y que gracias a su esfuerzo ha conseguido estar donde está (su nombre es uno de los más buscados por las invitadas a bodas), o si nos volvemos un poquito más retorcidos, pensar que tiene vinculación directa con Feliciano, con el que tanto sufrió por amor, y quien ahora estaría recibiendo todos los desagravios que ella se tuvo que tragar en su día.
Las redes, jurado, juez y verdugo, ya parecen haber condenado a Feliciano, y este sin haber dicho ‘esta boca es mía’.