Laura Matamoros dirá lo que quiera pero siente absoluta devoción por su padre, Kiko. Si en ‘GHVIP’ hablaba de él desde el rencor, atacando la manera en la que este les había hecho sentir a ella y a sus hermanos, ‘Supervivientes’ ha servido de estupenda terapia familiar. Las críticas han dado paso al agradecimiento y al reconocimiento. Para ella, el colaborador de ‘Sálvame’ se ha convertido en su gurú, y mucho más desde que le envió una sentida carta, a través de su hermano Diego, en la que se permitía darle algunos consejos. Estas recomendaciones ha procurado seguirlas al pie de la letra y ahora quiere que sus compañeros también se las apliquen.

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“Si me perdonas Jorge, a mí me gustaría antes de nada, leer una cosa para que mis compañeros se aplicasen el cuento. Es algo que me dijo mi padre, en la carta, y pone: ‘Como te comenté antes de la partida, la victoria se puede convertir en una derrota íntima si se acompaña de algunas actitudes poco deseables”, arrancaba Laura a los pocos minutos de haber empezado la semifinal de ‘Supervivientes’. “Tanto en el día a día como en el concurso debes, el respeto, la solidaridad y el agradecimiento son indispensables en nuestras relaciones con los demás”, y la joven daba las gracias a su progenitor por el consejo, que fue sonoramente aplaudido por la mejor amiga de Laura, Alba, que no paró de asentir durante toda la lectura, como si estuviera escuchando palabra divina.

“Gracias por hacerme reflexionar, pero creo que ellos también deberían reflexionar, porque la educación prima ante todo”, contaba con un hilo de voz. A la bloguera le han calado hondo estos consejos, y se siente muy dolida por cómo es tratada por el resto. “Que no haya pescado 114 peces no me convierte en una vaga. Soy una buena superviviente. Llevo aquí desde el primer día como ellos, y que me hagan sentir así… te juro que no puedo”, y ahí se rompía. “Más que nada este señor (José Luis) al que he metido yo en la final por no saber cómo han jugado ellos, por ir con el corazón y no ir con la cabeza”.