Igual que le ocurrió a Antonio Banderas con su hija, Stella del Carmen, Fran Rivera, no ha podido contener las lágrimas en su visita a ‘El árbol de tu vida’. La responsable no fue Toñi Moreno, conductora del espacio, sino su hija mayor, Cayetana.

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Fran Rivera

El torero se emocionó hasta el llanto al leer las palabras que había plasmado la adolescente que este año alcanza la mayoría de edad. En la carta que había escrito Tana, como es conocida en su familia, había numerosos pasajes dedicados a sus raíces, a sus abuelos, Carmen y Francisco, las dos personas de las que más orgulloso se siente su padre.

“Mi niña” dice Fran refiriéndose a ella, que ya es casi una mujer, pero siempre será pequeña para su progenitor, cuando Lourdes Montes le hace entrega de la misiva. La adolescente destacaba en sus palabras que su padre siempre le haya hablado de sus abuelos, para que conozca bien sus orígenes. Para el torero es importantísimo saber transmitir las tradiciones a su descendencia, por eso procura que Carmen participe activamente en la Semana Santa sevillana, pues para él “es la mejor herencia que le podría dejar”, así como que acuda a las plazas a verle torear.

La joven Tana no ha podido conocer bien a sus abuelos. Paquirri falleció cuando su padre era solo un chiquillo, y Ordoñez partió cuando su nieta contaba con 5 años de edad, por lo que era muy chiquitina para recordar muchas cosas de las vividas al lado de su abuela paterna.

Si Antonio Banderas nos puso la carne de gallina al ver el enorme amor que sentía por su hija, quien le dijo que esperaba verle muy pronto (él que ha estado ausente en muchos momentos de la vida de Stella), con Fran hace falta una bebida isotónica para recuperar todas las sales mineras perdidas en el llanto al descubrir la vinculación tan especial que le une con la mayor de sus descendientes.