A estas alturas del verano, Paz Padilla parece una Miss que ha entrado en un bucle espacio temporal en la prueba del desfile del traje de baño. El biquini se ha convertido en su prenda preferida en estas últimas semanas, y sus redes sociales son testigo de la gran colección de piezas que posee. La piscina es su refugio para paliar el calor y ahí organiza la presentadora improvisadas sesiones de fotos que provocan que las temperaturas no vayan más que en aumento. ¿El ‘bochornazo’ que estamos viviendo? Podéis dar las gracias por ello a Paz.
Biquinis, triquinis, bañadores… se ha convertido en la nueva profesional del posado estival. Paz, que aún no ha cogido vacaciones, pasa los días libres entre semana y los 'findes' del bordillo de su piscina a la escalera, de la escalera al interior y vuelta a empezar. Y si tiene algo de suerte, quizás el ‘refrescón’, en lugar de tomarlo en Madrid, lo toma en su masía en Girona o en Cádiz, donde cambia el cloro por la salinidad del mar.
La presentadora está muy orgullosa del cuerpo musculado que se ha trabajado durante todo el año. Las sesiones de entrenamiento son sagradas y, aunque a lo largo del 2016 ya nos mostró los efectos que estaban teniendo las clases con su entrenadora personal, en 2017 apunta maneras de modelo fitness. Os retamos a que intentéis localizar un solo gramo de grasa en su cuerpo. ¡Imposible! Padilla, que es de constitución muy delgada, ha moldeado su físico para que luzca lo más tonificado y fuerte posible, y ahora no piensa tapar los marcados músculos de su anatomía.