La inocencia con la que arrancaba el primer 'Operación triunfo' es muy difícil que vuelva a repetirse. Los nuevos alumnos que ingresan en la Academia ya entran resabiados. Se ven estrellas del Pop, sin atender los pasos intermedios por los que hay que pasar hasta poder conseguirlo. Si es que al final acaba ocurriendo.

Los chicos y chicas de 'OT 2017' están viviendo toda una serie de experiencias muy intensas en un tiempo vertiginoso. Están en uno de los programas de mayor éxito de la televisión, cada lunes corean sus nombres cientos de personas, en Internet 'gastan' sus nombres de tanto que los usan, y acaban de recibir un baño de masas con una exitosa firma de discos este fin de semana. Que tienen todos muy buen fondo y que son muy maduros para su edad, lo han demostrado aguantando la presión de subir al escenario de TVE cada semana para defender sus temas, aprender mil lecciones concentradas, saborear el fracaso y reponerse...

Sin embargo, como han notado sus profesores y así se lo ha indicado la directora Noemí Galera, quizás se han flipado un poco. Nada fuera de lo normal ni que no sea comprensible, pero han necesitado un baño de realidad antes de que la convivencia se vuelva insostenible y haya que lamentar males mayores. El público es muy susceptible a ciertas actitudes de los personajes mediáticos y, si hay algo que no les acaba de convencer, de la misma forma que te aúpan a lo más alto, también te hunden en el barro a la velocidad de la luz. Es la justicia poética de la audiencia.

En menos de 24 horas, Galera ha tenido que mostrar su cara menos amable dos veces para meter a sus alumnos en vereda. Y es que, después de las actitudes de algunos de ellos después de la firma de discos, empieza a dudar de que haya sido buena idea que ocurriera. Agoney y Nerea mostraban su desaprobación al ver que Ana Guerra se salvaba de la nominación, en detrimento de su amigo Raoul. Al día siguiente, el de Adeje, le dedicaba una peineta a sus espaldas. ¿Y qué decir de la mala actitud y el monumental enfado de Raoul tras ser nominado? El catalán se negaba a participar en las actividades del chat, contestaba fatal a la directora de la Academia y apartaba de mala manera a Javi Calvo, cuando éste quiso mediar y tranquilizarle.

En el repaso de gala, Noemí no perdió la oportunidad de darles el primer toque de atención y advertirles que no va a consentir comportamientos de "niñatos". "Hay maneras y maneras y decir las cosas. (...) Faltas de respeto como las que tuviste ayer en el Chat no las voy a consentir nunca más. (...) No voy a consentir que un niñato o niñata de 18 años venga con según qué humos, aunque hayáis firmado 2.000 discos el sábado, porque quizás eso no vuelva a pasar nunca más", les decía y les recordaba la dura realidad: "De hecho, es lo más probable. Ahora estáis en la tele y os están viendo, pero cuando salgáis por la puerta ya no os verán y la gente se olvida muy fácilmente".

Prácticamente, 24 horas después, Galera tenía que volver a reunirles por las faltas de respeto que estaba viendo entre ellos que le habían dado "mucha penita verlos". Básicamente, lo que les vino a decir fue: menos 'peinetas' y más trabajo duro, concentración y, sobre todo, respeto por el prójimo. "Creo que se os está yendo la pinza", les advertía. "Llevamos aquí ya dos meses y es normal por la convivencia... Pero a veces veo cosas que no me gustan entre vosotros, os habláis mal. Eso si no lo controlamos va a ir degenerando. Somos mucha gente, muchas horas juntos, muchas horas trabajando y si no tenemos un poco de cuidado se nos va a ir de las manos. Vosotros sois un familia y a veces veo cosas que me dan mucha penita", se dirigía a sus alumnos tranquila, pero con mano de hierro. Noemí cree que todo viene a raíz de la firma de discos del sábado: "Os ha ido bien a algunos para dar una inyección de ánimo pero para otros creo que se os está yendo la pinza. Es un espejismo. Lo del otro día no os va a volver a pasar, amigos. No se venden discos como hace 16 años. Volved a la Tierra, volved al trabajo y a la Academia de verdad, no de 'postureo".

El rapapolvo ha concluido y Raoul se ha acercado para disculparse por su mala actitud estos días y, concretamente, hacia ella. "Tengo muy mal carácter y cuando me enfado, me enfado con todo, tengo muy mal carácter. Me sabe muy mal, Noemí. No quería estar así", confesaba sin poder contener las lágrimas. En su despacho, la directora ha sido tan comprensiva como siempre con el chico y ha tocado las teclas adecuadas para tranquilizarle: "Lo de meterle chascos a la gente que más quieres es lo normal, es lo que suele pasar en las familias. El que cobra primero es con el que tienes más confianza. Y tu familia ahora somos nosotros. Vemos y valoramos que seas consciente de ello, porque hay mucha gente que no lo es. Lo más normal es que digamos cosas de las que nos tengamos que arrepentir después. Pero es mejor esperar, dejar enfriar y, entonces, decirlo, pero con la calma porque, a medida que pasan las horas, las cosas pierden fuerza".