Las convulsiones y el vahído de Eliad Cohen después de darlo todo en la prueba de apnea o el mareo por fatiga de Laura Matamoros tras dejarse la piel en la prueba de localización están dejando en evidencia a Edmundo Arrocet. En la gala de la semana pasada, el concursante se lamentaba de que 'Supervivientes' estaba siendo demasiado fácil para él y criticaba al equipo del programa por haber diseñado un programa al que le faltaba acción. Una sobrada que le costó una sanción y le tocó proveer de alimento a los miembros de su equipo durante una semana.

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Lara Álvarez, mujer conciliadora como pocas, llevaba desde entonces aguardando su oportunidad para poder contestar al novio de María Teresa Campos. Pensábamos que nada ni nadie podían llegar a desdibujar de su rostro su amplia sonrisa, pero en la gala de anoche pudimos advertir que las palabras de Edmundo le molestaron. Y mucho. Las vivió como una falta de respeto, pero ha esperado a darle una lección con hechos y demostrarle cuán equivocado está. El concurso es duro para los que se dejan la piel en cada prueba y para los que afrontan el día a día como un reto, así ha quedado constancia durante las pruebas y lo ha utilizado para hacer un alegato a favor de todos los que trabajan en el 'reality', pero también a favor de los concursantes que se lo están tomando en serio.

Después de las pruebas, Lara informaba que Laura Matamoros se encontraba ya bien, después de haber descansado y haber sido atendida por el doctor, y aprovechaba para lanzarle un buen '¡zasca! a Bigote. "Pido que nunca más se cuestione la dureza de este concurso que estáis viviendo en vuestra propia piel, porque esto es 'Supervivientes' y esto es lo que conlleva dejarse la piel", palabras que pronunciaba con mucha seriedad, sin mirar a Arrocet, pero pidiendo "respeto por este programa, porque os lo merecéis".

Están siendo muchos los problemas que está generando Edmundo no solo con sus compañeros, sino que también en la dinámica del concurso, como advertía Jorge Javier Vázquez en una de sus últimas entradas del blog que escribe en nuestra revista: "Desde que llevo presentando 'Supervivientes' jamás me habían ofrecido por el pinganillo la posibilidad de invitar a un concursante que se largara sin tener que pagar la penalización. Es decir, que la organización debe estar hasta el mismísimo moño".