• La mejor ‘caja misteriosa’ de todas. Los concursantes elaboraron una tarta San Marcos con la ayuda de sus padres, novios, parejas ¡y hasta hijos! Los seres queridos de los concursantes esperaban detrás de una gran caja y ellos fueron los encargados de echar una mano a los aspirantes. Conocimos a la melliza de Andrea, al marido y a la hija de Sally, a la hermana de Fidel, al padre de Kevin (que tanto lo ha nombrado en el concurso)… ¡El programa más emotivo de todos! Las tartas quizás no fueron las mejores, especialmente la de Antonio y su madre, apodada en Internet como 'la monstruo tarta', pero seguro que vivieron un día que no se les olvidará jamás.

 

  • ¡Repesca! Uno de los momentos más esperados del programa. Pese a que todos los exaspirantes tuvieron la oportunidad, el creador del ‘león come gamba’, Alberto, la declinó. Tuvieron que demostrar su habilidad cocinando uno de los pilares de nuestra cocina, las patatas. La que sí que aprovechó esta segunda oportunidad fue Mila, que tan contenta estaba con esta nueva entrada al concurso que acabó haciendo el pino. La prueba en exteriores consistió en dar de comer a 200 militares en la base aérea de Getafe.
Mila masterchef
  • Unos bajan en la calificación y otros suben. Las vueltas que da la vida y, sobre todo, ‘MasterChef’. Los que un día eran los reyes, empiezan a descender, en cambio, las ‘hormiguitas’ que han ido avanzando a paso pequeño pero seguro. Lidia se ha convertido en la nueva ‘prefe’ de los jueces, su actitud ha cambiado por completo y eso se está reflejando en su cocina. Los que no están teniendo sus mejores momentos son Sally y Carlos, que parecía que solo competían contra ellos, olvidándose del resto. Qué equivocados estaban. Lidia sobresalió con su plato de inspiración marroquí.

 

  • Adiós a uno de los concursantes más queridos, Fidel. ¡Hasta hizo llorar a Eva! Tanto la presentadora, como a los concursantes y el jurado, acabaron emocionados con este guapísimo aspirante que lo único que ha hecho en su vida ha sido luchar. Todos destacan su humanidad, su sencillez y su compromiso con su sueño. Tanto potencial ve Jordi en el alicantino, que hasta le ha propuesto unas prácticas en su exclusivo restaurante. Lo único que le queda para ser un cocinero estupendo es pulir su técnica.