La Reina ha empezado su primera viaje de cooperación dispuesta a no pasar desapercibida. Su objetivo es dar visibilidad a los programas de ayuda al desarrollo de la Agencia Española de Cooperación y con ese fin se ha aprovechado del inmenso tirón que su imagen tiene en los países latinoamericanos. Los medios de comunicación de Honduras llevaban varios días calentando su llegada con reportajes sobre su doble faceta de reina del glamour y también reina solidaria. En su primera aparición pública, con motivo de la cena de gala que le ofreció el lunes por la noche el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, y su esposa, Ana Rosalinda García, doña Letizia eligió un vestido negro corto de lentejuelas palabra de honor, pulsera y pendientes de brillantes y zapatos de tacón y su melena corta peinada en ondas, que no defraudaron a las decenas de reporteros y cámaras que esperan su llegada a la Casa Presidencial. La Reina Letizia estaba radiante, a pesar de haber superado 15 horas de vuelo y ocho de diferencia horaria. En Tegucigalpa eran las 8 de la tarde, pero en España ya eran las 4 de la madrugada cuando la Reina marcaba el principal objetivo de su viaje al confesar su “ilusión por un iniciar la nueva experiencia de su implicación directa con la cooperación española”. Como explicó ante el presidente de Honduras y otros invitados, su trabajo en el viaje es “intentar dar visibilidad a los programas de ayuda al desarrollo y tratar de mostrar su utilidad”.
La Reina Letizia llegó el lunes al mediodía (las 10 de la noche en España) a Tegucigalpa, la capital de Honduras, destino de su primer viaje de cooperación que, a partir del miércoles, tendrá una segunda etapa en El Salvador. A punto de cumplirse un año desde la proclamación de don Felipe, la Reina inicia su primer gran viaje en solitario en apoyo de los programas de ayuda al desarrollo que financia el gobierno español, una tarea que ha heredado de reina Sofia. En el aeropuerto de la capital hondureña, doña Letizia, que bajó del avión con una falda de tweet negra, blusa blanca y cartera roja, fue recibida por la primera dama, Ana Rosalinda García, esposa del presidente, Juan Orlando Hernández.
A la cena homenaje en la Casa Presidencial Letizia llevó el mismo vestido negro con escote palabra de honor que vistió hace unas semanas en España durante una entrega de premios de una conocida revista. Fue entonces cuando se presentó ante todos con su nuevo y radical corte de pelo, consiguiendo que se hablara de todo menos de su estilismo. Se trata de un modelo de Felipe Varela con un brillo espectacular gracias a los cristales y lentejuelas que van cosidos al coqueto vestido.
Hoy martes, doña Letizia tiene prevista una reunión de trabajo en la Oficina Técnica de Cooperación, el organismo del ministerio de Asuntos Exteriores de España que coordina todos los programas puestos en marcha en Honduras. Después visitará una oficina de asistencia jurídica donde se ofrece asesoramientos y servicios de defensa gratuitos a personas sin recursos, especialmente a mujeres víctimas de violencia tanto domestica como de las bandas criminales. En Comayagua, una población situada a cien kilómetros de la capital, la Reina visitará un taller de rehabilitación de edificios históricos que da trabajo a jóvenes en riesgo de exclusión social. Después viajará a El Salvador, donde permanecerá hasta el próximo jueves.