Muchos se lo olían, pero no había forma de pillarla. Ayer, Kim Kardashian tuvo un descuido. La estrella de realities subió dos veces a las redes sociales dos foto que PARECÍAN la misma. En la primera estaba de perfil, besando a su marido, y la otra era exactamente igual tan solo que había cambiado dos cosas: su cuello se veía más delgado y su pelo estaba más peinado. La imagen había sido retocada digitalmente.

Y pensaréis, ¿hay frikis que hacen capturas de pantalla a absolutamente todo lo que comparte Kim? Sí, los hay y gracias a ellos hoy podemos decirle a la Kardashian más famosa que se corte un pelo ‘photoshopeando’ fotos.

Tras subir las dos, la madre de North después borró la primera, en la que no había retoque, y dejó la que sí que lo tenía y donde se la veía más estilizada. Tan solo se había producido un ligero levantamiento y disminución de papada para que su foto fuera lo más armónica posible. Ella vende un ideal de perfección, y sus redes sociales deben ser reflejo de esto mismo. Qué trabajo este el de celebridad…

Por suerte para Kim, cuenta con un prodigio del retoque fotográfico, por lo que hace muy difícil probar que sus imágenes hayan sido alteradas sin tener con qué compararlas. Nada que ver con lo que ocurre a Lindsay Lohan, capaz de llenar titulares con sus meteduras de pata a la hora de hacernos creer que en Instagram está mucho más delgada que en la vida real. ¿Cuándo se convirtió Internet en la fantasía en la que todo tenía que ser idéntico y perfecto? ¿Dónde quedó eso de que cada uno somos maravillosos con nuestros físicos, nuestros puntos fuertes y nuestros defectos? Se ve que muy lejos…

Y por si quedaba alguna duda del truco que tienen sus fotos en redes, una mente maquiavélica ha ideado este gif que demuestra que el algodón no engaña. Kim, no nos vendas la moto, por favor.

kim kardashian retoca sus fotos de instagram