Por AMADEU GARCÍA

 

“La fama cuesta, y aquí es donde vais a empezar a ganárosla, con sudor”. Los más jóvenes no tendrán ni idea sobre de dónde viene esta frase. Es lo que les decía la profesora de danza a sus jóvenes alumnos en la serie ochentera 'Fama', nacida a la estela del éxito de la película del mismo nombre y que tuvo a su vez un remake tampoco hace tanto tiempo. Hay personas a las que eso del sudor, de trabajar duro para labrarse un nombre, no les parece la manera más apropiada para conseguir su objetivo. La autoproclamada modelo inglesa Josie Cunningham es a sus 24 años todo un paradigma de esta filosofía. Lo que desconocía, a buen seguro, es que sus intentos desesperados por convertirse en toda una celebridad podrían acabar dándole tan inesperados resultados.

 

Vender entradas para ser testigos de su parto

 

Josie Cunningham ha dejado bastante claro a lo largo de su trayectoria que no tiene demasiados escrúpulos. Hace algunos meses, incluso se mostró dispuesta a abortar para meterse en el Gran Hermano de famosos que estaba a punto de empezar en Inglaterra. Poco después, ella misma se encargaría de proclamar a los cuatro vientos que no pudo llevar a cabo finalmente esa idea al notar una patadita en su vientre. Desde luego, se puso a buscar nuevas formas de sacar partido de su estado... Su nueva ocurrencia fue poner a la venta cuatro entradas de primera fila para presenciar su parto. Lo más curioso del caso no es que le diera por hacerlo, sino que las mismas se agotaron a los pocos minutos de ser puestas a la venta... Una vez más, nuestra protagonista volvió a dar marcha atrás sobre sus pasos... Al final, nada de extraños para ver como daba a luz a su hija.

 

Por supuesto, ahí no acabaron sus ganas de polemizar. En absoluto. Según ha explicado ella misma en Twitter, este año ha rechazado ofertas por un montante total de 250.000 libras (unos 317.000 euros) por cosas tan variadas como que abandonara de una vez las redes sociales (al parecer mucha gente en su país empieza a estar bastante cansada de ella) o incluso para comprar a su hija recién nacida. O, desde luego, eso es lo que dice ella misma. Nunca se ha mostrado tímida. Para nada. Entre otras muchas lindezas, se ha jactado en las redes sociales de que su operación de aumento de pecho se realizó a través de la seguridad social británica. De hecho, tenía pensado devolver el dinero invertido en la misma a través de las entradas que iba a vender para ver su parto en directo. Hasta ha proclamado en la red que se gasta un dineral en taxis a la semana, a cargo de los contribuyentes, por supuesto, porque utilizar el transporte público le provoca “ataques de ansiedad”.

 

El padre de su hija la engañó sobre su identidad

 

Sumando toda esta auténtica retahíla de declaraciones como mínimo muy poco afortunadas, no cuesta demasiado imaginarse que varios de sus compatriotas no habrán evitado esbozar por lo menos una sonrisa al enterarse de su último percance. No se me ocurre otra manera de definirlo. Ahora, Josie ha descubierto que el padre de su hija no es el hombre que ella creía. No se trata de que tras una apariencia dulce y amable se escondiera alguien déspota y egoísta. O bueno, puede que también. Sobre todo, se trata de que el hombre con el que ha mantenido una relación durante más de un año y medio le ha mentido sobre su auténtica identidad. Ella creía que estaba viéndose con el defensa y capitán del Hull City Curtis Davies. En realidad, su amante era únicamente alguien que se le parecía mucho.

 

En este caso, la culpa no fue del todo suya. Fue el chico quien se encargó de hacerle creer lo que no era. Siempre, desde luego, según su versión. “Él me mandó una foto. Y era él. Era IDÉNTICO a Curtis. Pero, al final, resulta que sólo era alguien que se le parece”, escribió la interesada en Twitter. El impostor le habría mandado una foto del futbolista en abril del año pasado asegurando que ése era él, a pesar de que la había sacado de internet. Tampoco parece que Josie se tomara demasiadas molestias para comprobar su identidad. Quizás, podía mucho más su sueño de convertirse en una celebridad siendo una WAG que las tan aconsejables precauciones que deberían tomarse en estos casos.

 

“Me sentí tan sucia, avergonzada y devastada. He sido completamente manipulada durante 18 meses por un hombre que pretendía ser un futbolista de la Premiership”, escribió también en Twitter para agregar que fue “físicamente engañada” para acostarse con un hombre que, en realidad, no era quien decía ser. Existe una creencia popular muy extendida según la cual todos tenemos un “gemelo” desconocido, alguien que se nos parece mucho, en algún lugar del mundo y al que, quizás, nunca veremos. Todo parece indicar que a Josie le tocó el “gemelo malo” de Curtis Davies. La aspirante a famosa se convirtió en la cazadora cazada.