Los problemas de salud no perdonan a nadie. Ni siquiera aunque seas la mujer más mediática y famosa sobre la faz de la Tierra. Kim Kardashian y Kanye West han vivido con el corazón en un puño las últimas horas de 2017. Por suerte, el nuevo año les ha dado una tregua. Más bien a su hijo pequeño Saint, quien ha experimentado las horas más críticas a muy corta edad. Con tan solo dos añitos recién cumplidos se ha portado como un auténtico campeón, según la terrible experiencia que ha relatado su mamá Kim.

El pequeño Saint ha estado ingresado durante tres noches en el hospital. Una ambulancia le llevaba de urgencias después de que una neumonía debilitara su organismo. Aún no es consciente del peligro que ha corrido, pero Kim ha descrito esta experiencia como una de las más aterradoras de su vida. La mujer del rappero aún está impactada con la imagen de "ver a mi bebé recibiendo múltiples medicamentos por vía intravenosa y conectado a las máquinas de oxígeno". "Nuestro Fin de Año fue un desafío. La neumonía es tan aterradora", ha escrito aún con el susto en el cuerpo.

La mayor del clan Kardashian se ha deshecho en agradecimientos hacia el equipo médico que se ha encargado de que Saint vuelva a ser el niño risueño y activo de siempre, y que comparte juegos con su hermana mayor North, quien también tiene que haberse preocupado mucho estos días.

Kim ha tranquilizado a todos sus seguidores asegurando que Saint ya "está en casa y todo está mejor". Para ella, su hijo es un niño "fuerte y resistente" para tener solo dos añitos y acaba bromeando sobre ello: "Seguro de que todavía dirá que el paseo en ambulancia fue genial". Por fin, en casa de los West-Kardashian vuelve a reinar la paz.