Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

La actriz británica Keira Knightley será madre el próximo año. La de ‘Orgullo y Prejuicio’ está esperando su primer hijo junto al músico James Righton.

 

2015 va a ser un año de lo más movido en Inglaterra. Un verdadero ‘baby-boom’ sacude el Reino Unido. Al segundo hijo de Kate y Guillermo, se le une este nuevo pequeño llamado a ser a una bebé-celebridad desde la cuna. Su madre es una de las interpretes con una de las carreras más sólidas del país, y su padre es uno de los integrantes de la banda The Klaxons.

 

Según ha informado el diario Page Six la actriz habría superado el primer trimestre del embarazo, por lo que el bebé de Keira podría nacer sobre junio. Será dos meses después del nacimiento del segundo hijo de los duques de Cambridge, previsto para abril según informó la casa real británica hace unas semanas.

 

Keira y James se casaron hace un año en una romántica e íntima boda celebrada en la Provenza francesa. Ella lució bailarinas y un diseño de Chanel que ya había usado para acudir a algún evento, y que después ha seguido reutilizando. Completó el look con una diadema de flores secas que acentuaban el carácter bucólico de la celebración. Fue con una boda que pilló por sorpresa a todos y en la que los novios pudieron vivir el día más feliz de sus vidas con 50 de sus amigos y familiares más íntimos.

 

A Knightley no sólo le va bien en el terreno sentimental, además también le sonríe la parte profesional. Convertida en una mujer de bandera que no teme decir ni hacer lo que muchos en la industria no se atreven, Keira triunfa en el cine con producciones independientes que valoran todo su talento interpretativo. Su último éxito, ‘The Imitation Game’, ha arrancado sonoros aplausos de la crítica y del público y a ella le ha valido una nominación a los Screen Actors Guild Awards.

 

Los rumores del embarazo de Keira se dispararon cuando acudió a los premios British Independent Spirit Awards. Los invitados no pudieron evitar fijarse en el hecho de que la actriz no probó una gota de alcohol durante toda la velada. Ni si quiera se llegó a mojar los labios en el champán que patrocinaba la fiesta.

 

También, durante sus últimas apariciones ha estado buscando siluetas para sus vestidos que disimularan su incipiente barriguita. Una tarea que, sin duda, se irá complicando a medida que pasen las semanas, por lo que lo mejor que podía hacer la británica era reconocer lo que muchos ya sospechaban: estaba embarazada.

 

¡Enhorabuena a los futuros padres!