Concha Velasco ha sido una de las últimas invitadas en sentarse en 'Sálvame Deluxe' donde ha desmenuzado los pormenores de su vida, compartiendo algunos detalles de lo más desagradables, como las dos veces que tuvo que hacer frente a situaciones de acoso.

Abuso de poder que se manifestaba a través del abuso sexual. Pese a que no ha querido dar nombres, Concha no se achanta en reconocer que ella, al igual que tantos y tantos nombres importantes de la industria del entretenimiento ha tenido que lidiar con experiencias de acoso. "En una ocasión se trató de un intento de beso", decía esta 'Chica de la Cruz Roja' a Jorge Javier. En otro momento, impidió el acercamiento con un "rodillazo en la entrepierna". Jamás ha revelado el nombre y dice que no lo hará. "Él agradeció que no dijera nada", contó.

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María Jiménez

Unos meses atrás, 'Sálvame' hablaba con Juncal Rivero, María José Besora y Agata Lys, y pedía a su colaborador Rafa Mora que explicara la experiencia en la que un importante productor le insinuó que le ayudaría en su carrera a cambio de favores sexuales.

Rafa contó que aquella situación la vivió durante un largo parón de trabajo. Le llamaron para tener una entrevista con un productor, "que no había visto antes en mi vida". "Desde pequeñito siempre había querido hacer ficción y me había apuntado a una academia de interpretación", contó, por lo que esa entrevista era muy golosa y tenía grandes expectativas en ella.

Cauto, por miedo a las represalias, Mora desveló que transcurridos cinco minutos de charla, el individuo le soltó que era "un chico muy guapo, con ángel y con estrella" pero, mala suerte, no tenía padrino. "Y si no tienes padrino, hijo, te quedas por el camino", le dijo. Claro, el productor estaba muy interesado en ayudarle y, muy seriamente le dijo que le iba a explicar "de qué va esto". "Me puso varios ejemplos de personas muy conocidas a las que había ayudado y habían llegado muy lejos, como dándome a entender hasta dónde podría llegar yo. Me deja muy claro que este mundo va muy rápido y que si no te ayuda alguien es prácticamente imposible llegar a destacar", menuda técnica refinada de rapaz tenía el hombre.

En esa misma entrevista le pidió que se desnudara, algo que al colaborador de 'Sálvame' no le extrañó y lo vio razonable por la imagen que él proyecta. "Tienes nariz de boxeador y culo de tenista", le dijo el productor. ¿En qué clase de entrevista laboral te piden que te desnudes y hacen ese tipo de comentarios sexistas y que descolocarían a cualquiera? Rafa se hizo el loco, pero se notó deseado por las miradas que le lanzaba y "un poco raro".

Le dio entonces su número personal y le dio dos semanas para que se pensara "qué quería hacer", porque él le iba a ayudar. "Como no me dijo nada que me molestara y a mí me gusta gustar yo me dejo querer", ha afirmado.

Lo comentó en casa con su madre y su hermana y le pidieron que fuera prudente, porque ya había escuchado algo sospechoso de él. Le escribió un mensaje "de contenido profesional" al cabo de las dos semanas y la respuesta que recibió fue sorprendente: "Este mensaje lo voy a borrar como si nunca lo hubiese recibido. Al parecer no has entendido nada. Si en algún momento, quieres ser mi invitado, mi casa es muy grande y vivo solo". Los mensajes y las proposiciones que tuvo que aguantar de este individuo se prolongaron durante varios meses e incluso llegó a pensar que se había convertido en su "mano negra", porque no conseguía trabajo.

En cuanto a los cuatro testimonios que a los que nos ha acercado 'Sálvame' son igual o más espeluznantes que el de Rafa Mora. La Miss María José Besora ha contado una incómoda situación que ojalá no se hubiera producido nunca. "Era un trabajo de bañadores y el fotógrafo me hacía comentarios cada vez más picantes. Estas cosas han pasado y han estado vetados. Lo que sí que está demostrado es que, como alguien se te insinúe con poder y digas que no, olvídate de que existes y dedícate a otra cosa".

La ex Miss Europa Juncal Rivero, vivió una situación similar pero en televisión: "Fue hace años, para un programa de televisión que estaba bastante cerrado, pero me quedé sin contrato. No hubo unas insinuaciones claras porque estábamos con más gente, pero yo lo achaqué a que estaba más interesado en otro tipo de cosas". Lo terrible del testimonio de Juncal es que efectivamente se trata de algo "muy habitual" y ha tardado muchísimo en coger fuerza.

La experiencia que ha narrado Agata Lys no puede llenar más de rabia a quien la escucha: "Yo trabajaba en TVE y una persona con muchísimo poder me dijo que fuera a su casa para repasar el guión. Yo fui y me metió en su habitación y se me tiró encima en la cama de matrimonio. Le pegué una patada y me marché corriendo. Al día siguiente me habían echado del trabajo. Te estoy hablando del 'Un, Dos, Tres...". Nadie la apoyó cuando quiso denunciar la situación. Las palabras de su madre son el reflejo de unos tiempos permisivos con los abusos y el acoso sexual: "Si quieres seguir en televisión, cállate la boca". Lys ha hablado de lo que se conoce como el 'silencio de bragueta: "Son genios y son estupendos pero, sin embargo, abusaban de su poder. Y a las que no podían llevarse al huerto las echaban miserablemente del trabajo, como fue mi caso. Cuando dices NO con todas las letras, te despiden".