El torero José Ortega Cano ya es un hombre libre. El torero ha terminado de cumplir la condena de 2 años y 6 meses que le fue impuesta tras el accidente de tráfico que tuvo lugar el 28 de mayo de 2011 y que costó la vida de Carlos Parra.
El diestro empezó a cumplir la pena en 2014 en la cárcel zaragozana de Zuera, donde permaneció ingresado un año y medio que, según explicó, se le hicieron "muy largos". En junio del año pasado Ortega Cano consiguió el tercer grado y siguió cumpliendo condena con más libertad gracias a una pulsera telemática.
Durante unos días pernoctó en el Centro de Inserción Social "Victoria Kent", situado en el barrio madrileño de Acacias, donde estuvo entre el 8 de junio y 12 junio. Entonces empezó a llevar una pulsera telemática que controlaba que estuviera en su casa entre las 24 horas y las 8 horas. Como medida extra Ortega tenía que firmar una vez al mes en el centro Victoria Kent.
Esta mañana se ha acercado hasta el centro donde ha firmado por su libertad completa. Su condena queda extinta. Allí ha confesado que está feliz por haber cumplido ante la ley, pero lamenta no poder dar consuelo a la familia que perdió a su marido, hijo, hermano y padre. Los Parra han asegurado al 'Programa de Ana Rosa' que "matar en España sale muy barato. Este tiempo de condena se nos ha hecho muy corto". Nada que ver con el sentimiento del diestro que ha tachado de "calvario" estos años.
Esta buena noticia contrasta con las últimas declaraciones del diestro sobre la que fuera su hijastra, Rocío Carrasco, de quien seguro tiene mucho que decir, "yo sé mucho". De hecho, Ortega aseguraba que él "perdona pero no olvida". Y pide que, entre unos y otros, le dejen tranquilo. Y es que, a diferencia de otros miembros de la familia de "La más grande", José prefiere no entrar en polémicas y prefiere llevarse bien con todo el mundo.