Es una de las historias más duras que hemos escuchado en los últimos tiempos. Jesús Calleja quiso sincerarse en el sofá de la nueva temporada de 'Chester', el programa de Risto Mejide, donde se abrió para contar cómo ha sido su vida empalmando un trabajo tras otro hasta convertirse en guía, cómo ha sido su vida amorosa, sexual y cómo llegó a adoptar a su hijo. Según reveló el aventurero al presentador, Calleja literalmente le salvó de una situación que podría haber acabado con su vida y, de repente, se convirtió en padre sin haberlo previsto...

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Jesús Calleja Bertín Osborne

Sabíamos que Jesús Calleja tenía un hijo adoptivo, Ganesh. Él mismo se había encargado de contárnoslo en alguna que otra ocasión y contar la dura historia que se escondía detrás de algo, ya de por sí, tan generoso como acoger a un niño nacido con pocas esperanzas en casa. Fue en septiembre de 2017, en Mi casa es la tuya, cuando el aventurero se animó a explicarle a Bertín la historia de su vida.

E igual que ya había narrado hace unos meses, Calleja quiso volver a contarle a Risto su historia con aquel niño de 7 años que terminó por convertirse en su hijo "a todos los efectos". Alguien que, tal como dice el guía, se ha convertido en "una pieza fundamental en el engranaje de mi vida", después de financiarle pasar por un tratamiento que le salvó de morir muy joven, adoptarle y traer a España a sus amigos más cercanos. "Al final hemos construido una familia de nepalís en León muy bonita", explicaba Calleja.

Todo ello sin tener que pasar por etapas muy duras como, además de la de la enfermedad de Ganesh. Y es que, cuando el chico ya estaba establecido en España y Jesús decidió hacerse cargo de él y escolarizarlo, sufrió mucho racismo en el colegio. "Cuando una persona no es de aquí, hay una discriminación increíble a todos los niveles y empieza en las escuelas", explicó Calleja sobre Ganesh quien, a pesar de ser "un tipo duro, que venía de la calle de Nepal", hicieron mella en él por ser un adolescente.

Una historia que Calleja ya contó hace unos meses a Bertín, quien también le preguntó sobre su estado civil, su familia, ya que con un trabajo tan arriesgado como el de Calleja, parece difícil compaginarlo todo con una vida persona más o menos estable. Y así se lo confirmó. “Nueves meses al año estás fuera”, le explicó el aventurero. “No estás ni en tu país”. Con esa perspectiva, imposible encontrar una relación estable. “En todo mi equipo, creo que solo ha habido una boda. Eso dice mucho”, puntualizó. “Eso no significa que no nos lo pasemos bien”.

El momento más duro vino cuando Calleja habló, también, de su hijo, Ganesh. “Es una carambola de la vida”, comenzó a narrarle al presentador cuando se interesó por su faceta como padre. “Me hice cargo de este chico, le adopté”. El aventurero le conoció en uno de sus muchos viajes a Nepal. “Estaba con unos amigos y vino un chico que chapurreaba cuatro palabras en español y nos hizo de guía. Era salado como él solo, que te morías de gracioso”.

“Me lo volví a encontrar tres o cuatro años después. Y descubrí que en Nepal hay una casta que cuanto tiene un hijo no deseado, lo entregan a un hospicio y a los tres o cuatro años, o se escapan o les sueltan porque no hay dinero para mantenerlos”, explicó el presentador. “La última vez que le vi, fui a sacarle de una perrera donde le había mordido una rata”. Una tremenda historia que, por suerte, tuvo un final muy feliz. “Volví a verle dos o tres veces más y, de repente, le encontré muy malo”.

El joven tenía tuberculosis y no conseguía recuperarse debido a las duras condiciones de vida. “Conseguí traerlo a España. Estuvimos un año para quitarle la tuberculosis. Luego no quería volver a Nepal ni loco”. Así que Calleja decidió adoptarle. “Empezó a llamarme papá. Claro, era muy zalamero y, al final, decidí adoptarle”. Lo que no imaginaba era que no sería la única vez que acabaría salvando a alguien de una muerte casi segura en Nepal.

Cuando el chico ya hablaba bien español, comenzó a estudiar formación profesional y el aventurero le prometió una moto si aprobaba todo. “No es que acabara, es que fue el mejor de la clase”, presumió Calleja. Cuando el presentador fue a cumplir su promesa, Ganesh le dijo que no quería una moto, que lo que más deseaba era que fuese a Nepal a buscar a su mejor amigo que también estaba muriendo de tuberculosis.

Y allí que se fue. Calleja se trajo también al amigo y, al poco tiempo, volvió para traer a la hermana de Ganesh. Ahora, sus tres 'hijos adoptivos' viven en España y están tremendamente agradecidos al aventurero. Así lo expresaron en el programa. ¿Quién le hubiese dicho que uno de sus viajes por el mundo terminaría de esta forma? No podemos más que expresar nuestra enorme admiración. ¡Qué grande es Calleja!