Tarde de cuento y tarde para contar la que vivieron el pasado jueves Ana Duato e Imanol Arias, protagonistas de ‘Cuéntame como pasó’, durante la presentación del libro ‘Cuéntame. Realidad y ficción’, editado por RBA y fruto de la pluma de Sol Alonso y de la óptica de Teresa Peyrí, que desvela el día a día de la familia más querida de la televisión.

Hace ya más de diez años que los Alcántara llegaron a la pequeña pantalla y su dilatada trayectoria, así como su audiencia, demandaban que salieran a la luz los entresijos de sus bambalinas. El emblemático Casino de Madrid fue el escenario donde unos emocionados Ana Duato e Imanol Arias, que dejaron por un momento a Merche y Antonio en el set de rodaje, mostraron al público la obra que retrata su vida real en la ficción.

Arropados por sus parejas reales, Miguel Ángel Bernardeau e Irene Meritxell que los observaban atentamente desde un discreto segundo plano, y apoyados por compañeros de reparto como María Galiana, Lluvia Rojo y Ana Arias, entre otros, así como por representantes del mundo de la cultura como la ex Ministra Ángeles González Sinde o Carmen Alborch, los consagrados protagonistas desvelaron a Lecturas los secretos, ficticios y reales, que han hecho de ‘Cuéntame como pasó’ una serie de éxito.

Imanol Arias: "A Antonio Alcántara le tengo el mismo amor que a mi padre."

¿Qué nos puedes contar de este libro tan esperado?

- Es un libro sobre cómo se ha hecho la serie durante doce años y cómo ha influido en las personas que participan en ella. Generalmente los libros así se hacen en los primeros momentos. Cuando ‘Cuéntame’ tenía siete millones de espectadores este libro hubiera sido más interesante comercialmente, pero nosotros en ese momento sólo pensábamos en hacer la mejor serie de la televisión y así nos entretuvimos. Mucho más tarde, cuando la serie está arrancando sus últimas etapas, el libro llega con una gran ventaja. Es un libro más profundo, sincero y más tranquilo.

Después de tantos años ¿En qué te identificas con Antonio Alcántara?

- No me identifico en nada. Ser actor es más sencillo porque jugamos a ser y a imitar. A partir de aquí se enriquece el pensamiento. Con Antonio solo me identifico en el amor que le tengo porque es el mismo que le tengo a mi padre. Con mi padre me peleé con 20 años, empecé a entenderle a los 40 y le he amado a los 50 que es cuando he empezado a entenderle. Lo mismo me pasa con Antonio que al principio me peleaba más con él y al final es lo que es.

¿Ha influido tu padre en tu personaje?

- Nunca pensé que una historia sentimental de tantas idas y venidas tuvieran tanto que ver en un trabajo. El padre de Miguel Ángel ha tenido mucho que ver pero el mío también. Tuvo tres trabajos y terminó siendo un obrero de papel, de manos limpias porque no tocaba grasa. Mi padre era un artista. Cuando murió tuve una crisis con la serie. Él siempre me llamaba los viernes y me decía ‘yo no lo haría así’ ya sabía que había estado mal. Ahora no tengo esa exigencia pero tengo la de la gente por la que sigo ahí.

¿Has querido tirar la toalla alguna vez?

- No, no he tenido ese momento. Sí me ha pasado a lo largo de los años que he creído que las cosas no se estaban haciendo bien y no he dicho lo dejo, he dicho cosas peores. Cuando pasaba esto siempre pensaba que echaran alguien en vez de que me fuera yo. Después de muchos años de relación con la productora he aprendido que cuando te van bien las cosas tampoco tienes que ser tu el que fuerces. Esto no va a ser eterno, es una etapa.

¿Cómo te gustaría el final de la serie?

- Cuéntame no opina, siente. Por esto deseo que acabe bien y que vaya firmando año a año. Hay un compromiso con la serie y con la productora.

¿Parte del mérito es de Miguel Ángel Bernardeau (productor y marido de Ana Duato)?

- Es difícil que Miguel Ángel hable pero tiene una virtud que ayuda a lo audiovisual y a la vida del artista, y esa virtud es que la gente hable por él. Es una persona a quien quiero y respeto y es un gran amigo, pero es un zorro que no habla.

Estás preparando el viaje a la India…

- En eso estoy. Termino de preparas unas escenas finales y me voy inmediatamente.

De productor de teatro a hacer Vicente Ferrer ¿Necesitabas el cambio?

- Son cosas que surgen de manera distinta. De la producción teatral estoy muy orgulloso, llenar un teatro es algo maravilloso.

¿Cuánto va a durar la aventura en la India?

- Siete semanas. No se trata de descubrir una de las personalidades más importantes sino de contar la vivencia, cómo se consigue que cuatro millones de personas en el sitio más pobre del mundo tengan alimentos, agua, maestros y leyes que les amparen.

Aparte del trabajo ¿Harás una labor solidaria?

- Yo no quiero mezclar cosas. Hago mi labor solidaria con Unicef y mi mejor labor en la India va a ser hacer el mejor Vicente Ferrer posible.

¿Cómo has preparado el personaje?

- Eso no se cuenta, pero llevo tres años en este trabajo.

¿Irás con Irene?

- No voy con Irene. Ella va a trabajar allí, va a hacer un proyecto especial para la Fundación conmigo.

Irene es tu mujer en la realidad y Mercedes en la ficción…

- Los guionistas han hecho mucho por Mercedes, pero Ana también. Los guionistas con el paso del tiempo desarrollan un feedback con los artistas y nos dimos cuenta de que la Merche del principio no era la correcta. Ha tenido una gran evolución. Ana y yo trabajamos juntos y no nos hicimos amigos, ahora he tenido la suerte de conseguirlo.

¿Qué recuerdas con más emoción de la serie?

- Los grandes actores que han pasado por ella. Recuerdo a Agustín González, a Fernando Guillen, a Héctor Alterio, a Tony… que encarnaban la memoria de España.